Modesta Gil.
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Redacción. Las Palmas de Gran Canaria
Modesta Gil, presidenta de Alzheimer Canarias, ha afirmado que desde la asociación llevan “más de un año reivindicando un banco de cerebros específico para Canarias que ayude comprobar que los diagnósticos que se realizaron a los enfermos fueron los correctos”.
Gil ha explicado el estado actual de la situación, sin querer buscar culpables, alegando una dificultad del proceso: “las familias demandan la realización de las autopsias, sin embargo, los protocolos a seguir son muy complicados”. Según Gil, “hay un comité de científicos y la Universidad está haciendo estudios, pero debe ser algo muy complicado, puesto que a día de hoy sigue sin haber un banco propio para la comunidad”.
Por su parte, José Regidor, vicepresidente de la asociación, ha asegurado que “los diagnósticos que se hacen en la actualidad son clínicos y existen más de 60 tipos de demencias”. A pesar de la necesidad de la existencia de un banco propio para la comunidad, son muchos los factores que están demorando el proceso. Entre ellos, ha apuntado el problema de las distancias entre las islas y la multiplicidad de decisiones en los diferentes centros hospitalarios. A todo esto hay que añadir que “los intentos de aunar decisiones entre Tenerife y Gran Canaria hasta ahora han sido fallidos”.
Sin ayuda a la dependencia
Por otro lado, la presidenta de la Asamblea Sociosanitaria de Enfermos de Alzheimer de Canarias, Conchi Pérez, ha lamentado que actualmente existe una Ley de Dependencia que en Canarias “brilla por su ausencia”. Pérez ha indicado que una parte de las personas dependientes corresponde a enfermos de alzheimer, “personas que preocupan porque no se ha encontrado nada que los pueda curar, aunque sí fármacos con los que se puede ralentizar la enfermedad”.
La portavoz ha recordado el sufrimiento psicológico y físico de los familiares que cuidan de estos enfermos: “las familias no se deben sentir solas, pues hay personas que les apoyamos y les transmitimos información”. En opinión de la presidenta, existe una Ley de Dependencia que en Canarias “brilla por su ausencia”. “Queremos hacer llegar a los familiares y a la sociedad en general que ninguno estamos exentos, por lo que sería necesario que los médicos intenten hacer diagnósticos de forma precoz de la enfermedad porque, aunque no se cura, los efectos se retrasan".
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