Sandra Melgarejo. Madrid
Según Pilar Larrodé, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Neurología (Saran), su comunidad autónoma “demanda la atención neurológica en mayor volumen que otras y, en ese sentido, hay una sobrecarga importante en las consultas que obliga a considerar la necesidad de aumentar el número de neurólogos, que también son necesarios en las unidades específicas (demencias, párkinson, epilepsia, esclerosis múltiple y neuromusculares) para poder desarrollarlas en todo su potencial y para poder implantar nuevos programas de cirugía, tanto en epilepsia como en párkinson, y para fomentar la investigación”. La neuróloga del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza espera que “las autoridades sanitarias puedan hacerse eco de ello a pesar del ambiente de crisis en el que vivimos”.
Pilar Larrodé.
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Aragón tiene dos servicios “con solera en la Neurología española”, ubicados en cada uno de los dos grandes hospitales de Zaragoza (el Clínico Universitario y el Miguel Servet), que cuentan “con figuras de relevante participación en el desarrollo de la Neurología española, y que han creado escuela con numerosos neurólogos formados en nuestros hospitales”, comenta Larrodé. Otros hospitales, como el San Jorge de Huesca y el Royo Villanova de Zaragoza, “están creciendo alimentándose de neurólogos jóvenes con un gran potencial que se suma a la experiencia de los veteranos”. Además, existe un entramado de hospitales comarcales (Barbastro, Calatayud y Alcañiz, por ejemplo) que desarrollan “una importante labor cerca del paciente, siempre en contacto con los grandes hospitales de referencia en Aragón”.
En opinión de la neuróloga, la Neurología aragonesa “no está al nivel de desarrollo tecnológico de los grandes hospitales de Madrid o Barcelona, pero procura que sus pacientes reciban una asistencia del máximo nivel”. En este sentido, se han desarrollado consultas específicas para la mayoría de las patologías principales y la neurosonología (doppler) está bien implantada.
Larrodé señala que “la especial distribución demográfica dentro de la comunidad autónoma, con más de la mitad de la población concentrada en la capital y con una orografía complicada, además del envejecimiento y dispersión de la población rural, hacen de Aragón un reto a la hora de conseguir, por ejemplo, una atención al ictus dentro de los parámetros cronológicos adecuados”. Así, indica que la atención al ictus en Aragón está organizada en dos unidades de ictus, una en cada uno de los dos grandes hospitales de la capital (Miguel Servet y Clínico), junto con un entramado de camas monitorizadas para ictus en el resto de los hospitales periféricos, con un buen desarrollo de la telemedicina en conexión con estos dos grandes hospitales”.
Éxito de asistencia en el V Congreso de la Saran
Recientemente, la Sociedad Aragonesa de Neurología ha celebrado su V Congreso, una actividad que celebra cada dos años desde hace una década. La presidenta de la Saran asegura que “la participación ha sido muy elevada, contando con un total de 64 participantes inscritos (neurólogos, médicos residentes en formación, así como investigadores de ciencias básicas relacionadas con la Neurología), lo cual ha constituido un éxito de asistencia”.
Larrodé detalla que los objetivos de este congreso han sido, por un lado, “el intercambio de experiencia profesional entre los neurólogos de distintos hospitales de la comunidad” y, por otro, “la presentación de dos importantes mesas de debate y actualización de tratamientos: una sobre epilepsia y otra de esclerosis múltiple, dos trastornos neurológicos que afectan a un elevado número de pacientes en Aragón. También se desarrolló una mesa sobre enfermedades neurológicas raras e investigación traslacional, recalcando las dificultades de diagnóstico y abordaje de éste tipo de enfermedades”.
Para Pilar Larrodé, la ponencia más destacada fue ‘Neurociencia en Aragón: investigación y tecnologías emergentes’, que dio a conocer a todos los neurólogos de Aragón la actividad investigadora en neurociencia que se desarrolla en la Comunidad Autónoma, “muchas veces desconocida para los propios neurólogos, demasiado inmersos en la labor clínica asistencial del día a día”. “El objetivo de esta mesa ha sido un acercamiento entre la investigación básica y la clínica, a veces separadas sin justificación, para establecer puentes de unión que son fundamentales en el desarrollo de la neurociencia”.
La presidenta de la Saran fue una de las encargadas de moderar la mesa, en la que, en una primera parte, “se presentaron trabajos de investigación básica sobre enfermedades neurodegenerativas tan devastadoras como la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica, dos prototipos extremos de enfermedades hasta ahora incurables”, detalla la neuróloga. “Se hizo hincapié en el descubrimiento de nuevos biomarcadores para el diagnóstico precoz, así como los posibles abordajes terapéuticos en un futuro que esperamos no sea muy lejano”.
En la segunda parte de la mesa, se habló sobre la aplicación y puesta al día de técnicas micro-neuroquirúrgicas de revascularización, “que pueden tener indicación en pacientes con patología vascular del sistema nervioso”, explica Larrodé, así como la aportación de nuevas tecnologías emergentes, procedentes de la Ingeniería de Sistemas y Robótica, “destinadas a mejorar la calidad de vida en distintas enfermedades neurológicas”.
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