Redacción. Madrid
Arsenio Hueros Iglesias es el nuevo presidente de la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), sustituyendo en el cargo a Emilio Marmaneu.
Arsenio Hueros.
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Hueros, que ha sido elegido durante la última asamblea general extraordinaria, ocupaba la presidencia de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Badajoz y, al mismo tiempo, era miembro de la Federación Extremeña de Alzheimer.
Junto a este nombramiento, también se han decidido los nombres de los nuevos miembros de la Junta de Gobierno que, a partir de ahora, contará con María Antonia Recaséns Solé, como vicepresidenta; Francisco Moral Zafra, como tesorero; y Modesta Gil Prieto, en calidad de secretaria.
Piden compañía en Urgencias
Por otro lado, la Asociación Nacional del Alzheimer (AFAL) reclama una regulación específica que permita a estos pacientes acudir a las consultas de Urgencias acompañados de algún familiar, ya que actualmente no está permitido en casi ninguna comunidad.
María Jesús Morala, portavoz de la organización, asegura que “en ocasiones pueden aturdirse cuando acuden a una consulta de Urgencias o se ven obligados a esperar varias horas hasta ser atendidos", de ahí la importancia de que haya un familiar que "le acompañe en todo momento".
Sin embargo, Morala explica que tan sólo en Andalucía, Canarias y Castilla y León está reconocido el derecho de estos pacientes a ir siempre acompañados, una medida que a su juicio debería quedar incluida dentro de la Ley de Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), para que fuese "de obligado cumplimiento" en todas las comunidades.
También reclaman que "no están en las mismas condiciones de acceso" a los cuidados paliativos que los enfermos de cáncer, así como que "se eliminen los visados de inspección" para medicamentos que existen en muchas comunidades, ya que "complican el trabajo diario de los cuidadores".
"Los familiares son los que, en la mayoría de casos, se encargan de cuidar a estos pacientes", según denuncia Morala, de ahí que reclame un mayor apoyo por parte de las instituciones tanto "a la hora de enseñarles a manejar la enfermedad" como en el aspecto económico, ya que "la mayor parte de los costes directos e indirectos de la enfermedad, unos 35.000 euros al año, los asume la familia".
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