Redacción. Madrid
El Hospital Universitario de Bellvitge lidera el único servicio en red de esclerosis múltiple de España, englobado en el Plan de Salud de Cataluña, para ofrecer el mejor diagnóstico y tratamiento al mayor número de pacientes y lo más cerca posible de su residencia. Así, los facultativos de la Unidad de Esclerosis Múltiple de Bellvitge, designada como referente del programa Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y del Consejo Interterritorial de Salud, trabajan de manera coordinada con el Hospital de Viladecans, el Hospital Joan XXIII de Tarragona y el Consorcio Sanitario del Garraf para homogeneizar la calidad de las terapias y compartir los avances en la enfermedad.
Reunión en la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario de Bellvitge con otros facultativos del Hospital de Viladecans, Hospital Joan XXIII de Tarragona y el Consorcio Sanitario del Garraf.
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“Los especialistas en esclerosis múltiple de cada hospital nos reunimos una vez por semana para compartir conocimientos y de esta manera consensuar cuál es el tratamiento más adecuado para cada paciente. Esto no sólo es interesante para los otros hospitales emergentes en el tratamiento de la enfermedad, sino para todos, ya que comparamos experiencias, algo vital sobre todo en los casos con un cuadro clínico complicado”, explica Sergio Martínez Yélamos, jefe de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario de Bellvitge, centro que también forma a médicos en este campo.
De los más de 1.000 pacientes que se tratan en el hospital, se ha conseguido que uno de cada dos no tenga ninguna discapacidad permanente y que casi un 40 por ciento de la mitad restante tenga discapacidad mínima, es decir, que puedan ser autónomos. Unos datos muy esperanzadores para una enfermedad tradicionalmente con mal pronóstico, que se consiguen gracias a un diagnóstico cada vez más precoz y una mejora en la gestión de cada caso. La figura llamada eliminadores de barreras es un buen ejemplo de los avances en la asistencia de los enfermos de esclerosis múltiple. Una enfermera gestora acompaña al paciente durante todo el proceso dándole los recursos asistenciales que necesite en todo momento y en cualquiera de los cuatro hospitales. Estos comparten una base de datos común en tiempo real, lo que permite visitar al paciente como si fuera un habitual del centro en cuestión.
Diferentes líneas de investigación del hospital puestas en marcha conjuntamente con el Instituto de Investigación de Bellvitge se centran en el desarrollo de biomarcadores más fiables de pronóstico y respuesta del tratamiento. Disponer de uno de los mayores biobancos de esclerosis múltiple, así como de información clínica basada en la unidad pionera de esclerosis múltiple constituida hace más de 20 años en el Hospital Universitario de Bellvitge, permite estudiar y comparar exhaustivamente la evolución de pacientes como los que ahora se tratan. De esta manera se quiere conseguir crear nuevos tratamientos para pacientes que no responden bien a los tratamientos disponibles y para aquellos a los que se quiere reducir los altos efectos secundarios.
Hospital de día de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario de Bellvitge.
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Otro aspecto en las innovaciones en esclerosis múltiple radica en el campo de la investigación. Dos ensayos clínicos internacionales en los que participa el Hospital de Bellvitge trabajan en el desarrollo de un revolucionario fármaco capaz de regenerar la mielina. Las fibras nerviosas están protegidas por mielina, una sustancia que facilita la conducción de los impulsos nerviosos. Si la mielina se daña o destruye, la habilidad de los nervios para transferir las señales queda interrumpida y este hecho produce la aparición de los síntomas de esclerosis múltiple. Por lo tanto, si se consigue regenerar la mielina perdida, se podrían tratar las lesiones producidas durante la evolución de la enfermedad.
“Estamos inmersos en los primeros ensayos clínicos con personas, pero si se confirman las tendencias de investigación actuales, estaríamos ante un fármaco revolucionario. Hasta ahora, podíamos preservar la mielina que no se había destruido, pero volver a generar la sustancia que había desaparecido se creía prácticamente imposible. La buena tolerancia y pocos efectos secundarios invitan a pensar en un futuro mucho más esperanzador en el tratamiento de la esclerosis múltiple”, indica Martínez Yélamos.
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