Sandra Melgarejo. Madrid
Alrededor de 200 especialistas de todo el mundo han participado en el V Simposio Internacional de Epilepsia y Cirugía de la Epilepsia, celebrado recientemente en el Hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla. En esta edición, la temática elegida ha sido ‘Controversias en Epilepsia y Cirugía de Epilepsia’ y el encuentro ha sido dirigido por Juan Rodríguez Uranga y José Manuel Montero Elena, neurólogo y neurocirujano, respectivamente, de la Unidad Integral de Epilepsia de Quirón Sagrado Corazón.
José Manuel Montero y Juan Rodríguez Uranga, organizadores del simposio.
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Las controversias de las que se ha hablado en la reunión han sido el manejo terapéutico, el diagnóstico de la epilepsia de difícil control y el tratamiento quirúrgico de la epilepsia, “temas que no están bien definidos y en los que cada grupo actúa en relación con su experiencia, porque no existen evidencias firmes que apoyen realizar un tipo de técnica quirúrgica u otra, o una técnica diagnóstica u otra”, ha detallado Rodríguez Uranga a Publicación Médica de Neurología.
Desde el punto de vista terapéutico, se han debatido y presentado las nuevas opciones terapéuticas. “En los últimos años se están desarrollando muchos fármacos antiepilépticos con mecanismos de acción diferentes a los que contábamos hasta ahora. Los fármacos para las epilepsias de difícil control actúan, fundamentalmente, bloqueando los canales de sodio, pero las nuevas opciones bloquean los canales de potasio o que actúan sobre la vía glutamatérgica. Esto es muy interesante porque esperamos poder combinar fármacos con diferentes mecanismos de acción para conseguir controlar mejor a los pacientes farmacorresistentes (entre el 30 y el 35 por ciento del global)”, ha explicado el neurólogo.
Con respecto al diagnóstico, se han analizado las nuevas técnicas de neuroimagen funcional para localizar la zona epileptógena en pacientes farmacorresistentes, como el PET, la resonancia de alta resolución de tres teslas y los sistemas de corregistro con PET y resonancia, “útiles cuando no están bien definidas las lesiones que condicionan la epilepsia farmacorresistente y muy importantes de cara al estudio prequirúrgico”, ha señalado Rodríguez Uranga. “Principalmente, hay dos tipos de epilepsia: generalizada y focal. Esta última es la que tienen más opciones quirúrgicas. No obstante, existen casos complejos en los que no podemos diferenciar bien si se trata de una epilepsia generalizada o focal, porque se puede tratar de una epilepsia compleja que generaliza muy rápido y es difícil ver el inicio focal”, ha matizado.
El neurólogo ha recalcado “la importancia de contar con las técnicas diagnósticas adecuadas para realizar un diagnóstico lo más certero posible”. Para ello, “son de especial importancia el conocimiento y desarrollo de técnicas como la monitorización vídeo EEG, los estudios de medicina nuclear como el PET y el Spect ictal, la resonancia nuclear magnética, los electrodos intracraneales, subdurales y profundos, en ocasiones fundamentales para la localización de los focos epileptógenos, que después sirvan como elementos de guía para el tratamiento quirúrgico de la epilepsia, y saber cuánta zona resecar para controlar las crisis. En los casos refractarios o rebeldes al tratamiento médico, donde la cirugía no es una opción, se puede plantear seguir probando con nuevos fármacos antiepilépticos o con técnicas de estimulación cerebral como la estimulación vagal, estimulación cerebral profunda o la más novedosa estimulación trigeminal”, ha indicado.
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