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Lunes, 09 de enero de 2012   |  Número 45
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actualidad
Según un estudio publicado en ‘PNAS’
Comer menos mantiene el cerebro joven
Los resultados abren la puerta al desarrollo de terapias para prevenir la degeneración cerebral

Redacción. Madrid
Un equipo de investigadores de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, en Roma, ha descubierto que la restricción calórica activa la molécula cerebral CREB1 que, a su vez, provoca la activación de las sirtuinas, un grupo de moléculas relacionadas con la longevidad.

Los resultados de la investigación, que se publican en el último número de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), abren la puerta al desarrollo de terapias para prevenir la degeneración cerebral, así como la incidencia de patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Y es que la molécula CREB1 regula funciones importantes del cerebro como la memoria y el aprendizaje y su actividad se ve reducida por el envejecimiento fisiológico. Este hallazgo, descubierto en modelos animales, ha encontrado una vía para mantener “viva” la CREB1.

Los ratones del estudio fueron sometidos a una dieta hipocalórica, mediante la que sólo podían ingerir el 70 por ciento de los alimentos que consumían normalmente. Como norma general, los animales no desarrollaban obesidad ni diabetes, mostraban un mayor rendimiento cognitivo y la enfermedad de Alzheimer evolucionaba más tardíamente.

“Ahora nuestro objetivo es encontrar una manera de activar CREB1 mediante el desarrollo, por ejemplo, de nuevos fármacos que mantengan el cerebro joven sin necesidad de llevar a cabo una dieta estricta”, indica uno de los autores principales de la investigación, Giovambattista Pani.

Hasta la fecha, varios estudios habían sugerido que la obesidad perjudica el cerebro, causando un envejecimiento temprano y haciéndolo más susceptible a la aparición y desarrollo de patologías como el parkinson o el alzheimer. Esta investigación aporta evidencias y concreta el mecanismo subyacente a estas observaciones.

“Este descubrimiento tiene implicaciones importante para desarrollar futuras terapias que mantengan el cerebro joven y prevengan la degeneración cerebral y el proceso de envejecimiento. Además, el estudio añade información sobre la correlación entre enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad y la disminución de las actividades cognitivas”, concluye Pani.
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