Redacción. Madrid
Los últimos estudios realizados hasta la fecha indican que en España, la prevalencia del dolor crónico podría llegar al 11 por ciento de la población y que, además, de ellos, un 47 por ciento padece dolor diariamente. Un alto porcentaje de los pacientes con dolor crónico sufren dolor neuropático que si bien, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se suele considerar que lo padecen entre un 0,6 y un 1,5 por ciento de la población, algunas fuentes indican que podrá ascender al ocho por ciento.
Carlos Martín.
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“Aunque se desconoce el número exacto de personas que padecen dolor neuropático en España, extrapolando los datos más positivos, como mínimo, existirían entre 240.000 y 600.000 personas en nuestro país que sufren esa dolencia y que al menos un seis por ciento de las familias españolas pueden tener alguno de sus miembros con alguna forma de dolor neuropático”, explica Carlos Martín Estefanía, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la SEN. “Por lo tanto, el dolor neuropático no es una dolencia poco común o infrecuente. Además, las causas que lo producen son muy prevalentes en la población general (diabetes, infección por herpes zoster, ictus...) siendo en muchos casos patologías asociadas a la edad, por este motivo es esperable un aumento en el número de pacientes afectados de dolor neuropático en los años venideros”.
El dolor neuropático es una afección neurológica que aparece como consecuencia de alteraciones del sistema nervioso, periférico o central, producido por una lesión en el sistema nervioso o por un mal funcionamiento de éste. “El dolor neuropático puede tener muchas causas pero ciertas enfermedades neurológicas como ictus, esclerosis múltiple y polineuropatias, o padecer diabetes o ciertos virus como el herpes zoster son las causas más frecuentes”, comenta Carlos Martín.
El dolor neuropático es uno de los tipos de dolor más complejo, dado que engloba diferentes etiologías, mecanismos fisiopatológicos y manifestaciones clínicas. No obstante, aunque los síntomas del dolor neuropático son muy variables, es común experimentar falta de sensibilidad junto con síntomas dolorosos semejantes a una sensación de corriente eléctrica o quemazón o hipersensibilidad dolorosa que hace que los pacientes sientan dolor ante estímulos tales como el roce de las sábanas o una caricia. “Es una forma de dolor crónico que produce un importante menoscabo en la calidad de vida de los pacientes, lo que hace que sea frecuente que asocie cuadros depresivos y también trastornos del sueño. Según los datos que manejamos en la SEN, el 85 por ciento de los pacientes han visto deteriorada su calidad de vida y en más de un 50 por ciento de los casos los pacientes padecen ansiedad o depresión y trastornos del sueño”, asegura Martín.
El tratamiento de los pacientes con dolor neuropático ha evolucionado sustancialmente en los últimos años. Sin embargo, entre un 40 y un 70 por ciento de los pacientes siguen presentando un control insuficiente del dolor. “Son dolores que responden mal a las medicaciones analgésicas convencionales, y aunque existen tratamientos que palian en parte el dolor, principalmente desarrollados para otras indicaciones, como depresión o epilepsia, no tenemos tratamientos totalmente eficaces para su erradicación”, señala el especialista. “En todo caso, la situación ha mejorado mucho respecto a hace unos años. Actualmente, aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes consigue reducir en casi un 30 o un 40 por ciento su dolor. Además, el conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos implicados en esta dolencia ha avanzado sustancialmente, lo que ha ofrecido nuevas esperanzas en el tratamiento y confiamos en que evolucione sustancialmente en los próximos años”.
El dolor neuropático es el octavo diagnóstico más frecuente en las consultas de Neurología. Con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Dolor, el 17 de octubre, la SEN ha querido destacar la importancia de seguir dedicando recursos y esfuerzos al estudio, diagnóstico y tratamiento del dolor neuropático. “En muchas ocasiones los pacientes no reciben un diagnóstico ni un tratamiento terapéutico adecuado o están a la espera de que se consiga identificar el fármaco y la dosis que permitirá bloquear ese dolor. Es bastante habitual que los pacientes deban probar diversos tratamientos para ver cuál es el que surge efecto”, señala Martín. “En todo caso, y siempre que sea posible, el abordaje terapéutico tiene que ser multidisciplinar. Además del tratamiento farmacológico, se debe incluir fisioterapia, el tratamiento psicológico y otras modalidades terapéuticas”. Aproximadamente un 30 por ciento de los pacientes con dolor neuropático sigue algún tipo de tratamiento no farmacológico.
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