Redacción. Sevilla
El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neuroconductuales más comunes de la niñez, que se manifiesta con faltas de atención, hiperactividad e impulsividad. En Andalucía, más de 120.000 niños padecen esta enfermedad, “cuya importancia tanto clínica como social se pone de manifiesto especialmente cuando se determina su prevalencia”, según ha explicado el neurólogo del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP), Miguel Rufo Campos, en su conferencia en la I Reunión Andaluza de Neuropsicología.
Alfonso Carmona (director médico del IHP), Miguel Rufo (organizador dela reunión), Alberto Flaño
(Fundación Avanza) y Marcos Zamora (Autismo Sevilla), en la presentación de la jornada.
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Unos cuatrocientos especialistas se han reunido en Sevilla en esta cita para ponerse al día de los temas más significativos que comparten la Neurología y la Psicología, como el funcionamiento intelectual límite y el alto rendimiento, el TDAH y los trastornos generalizados del desarrollo.
“Existen varios trabajos en los que se ha realizado un estudio de prevalencia mediante la escala escolar de Conners en varios colegios públicos para poder diagnosticar este síndrome, y se ha podido observar la existencia del mismo hasta en el 7,5 por ciento de los niños de ocho a nueve años, lo que se traduciría a nivel sanitario en una gran presión asistencial, que varía desde el 20 por ciento de la actividad de una policlínica hospitalaria hasta el 36 por ciento en una consulta específica extrahospitalaria de Neuropediatría”, ha comentado.
Además, el especialista ha subrayado en su conferencia que el TDAH es uno de los trastornos neuropediátricos más comunes en la infancia, con aproximadamente entre un seis y un nueve por ciento de los niños afectos en edad escolar, según recientes trabajos de Barkley y Murphy. “Pero quizás más importante, es que estos estudios han encontrado que hasta un 60-65 por ciento de los niños afectados siguen siendo víctimas de esta enfermedad en la edad adulta, con lo que se convierte en una enfermedad crónica en aproximadamente el 3,4 por ciento de las personas adultas en todo el mundo”, ha apuntado el neurólogo infantil del IHP.
“Teniendo en cuenta la prevalencia de adultos con TDAH y el impacto negativo que sus síntomas pueden tener en los distintos ámbitos de la vida de un paciente, debe ser reconocido como un importante trastorno que requiere de una identificación y tratamiento precisos. A pesar de estas cifras, el conocimiento y la sensibilidad referidos al TDAH es bajo o está basado en tópicos, incluso entre la clase médica, aunque haya mejorado en los últimos años. De esta situación de desconocimiento o de problemas en el diagnóstico, se han derivado consecuencias negativas en las pautas terapéuticas, tanto en eficacia como en efectos adversos”, ha señalado.
A ello ha añadido que “afortunadamente, y precisamente como consecuencia del gran número de pacientes que padecen TDAH, los diversos métodos encaminados a lograr un diagnóstico preciso, y el arsenal terapéutico existente en la actualidad, va creciendo de forma constante”.
Los logros más recientes en TDAH
Miguel Rufo ha enumerado los logros más recientes, dividido en cuatro grandes apartados: recientes avances en el diagnóstico del TDAH, nuevas formulaciones, nuevos medicamentos, y fármacos no específicos. Dentro de los métodos para el diagnóstico del TDAH, ha destacado la aportación de científicos de la Universidad del País Vasco, con el desarrollo del Aula-Nesplora.
Miguel Rufo (neurólogo infantil del IHP y organizador de la jornada), Ignacio
Gómez de Terreros (jefe del Servicio de Neurología del Hospital Infantil Virgen del
Rocío de Sevilla) y Diego Rivas (pediatra del IHP) en la inauguración de la reunión.
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Se trata de la adopción de un software con el objetivo principal de obtener el nivel de atención que tienen los niños de diferentes edades. Es un instrumento de evaluación de la atención, impulsividad y actividad motora. Con la participación de más de 300 niños y adolescentes con edades comprendidas entre los seis y 16 años, en la que ha podido ser avalada la calidad psicométrica de la herramienta en materia de fiabilidad y validez, reflejando la capacidad para discriminar aquellas personas que padecen TDAH de aquellas otras personas que no lo sufren. El paciente, colocado en un aula virtual y mirando a la pizarra, se somete a diferentes distracciones comunes siendo posible realizar una evaluación visual, auditiva y de atención mixta, observando las tendencias de distracción, movimientos estériles, y la tasa de procesamiento en sólo 18 minutos de prueba. “Es rápido y fácil de usar, los niños creen que se trata de videojuegos, y reduce el abandono de tasas típicas de otras pruebas, pudiendo el terapeuta obtener los resultados de forma gráfica”, ha afirmado.
El otro gran avance, se encuentra en la aparición del Neurofarmagen TDAH, un test de detección de los genes que influyen en la aparición o la eficacia terapéutica del TDAH. Se conoce que en el síndrome existen trastornos del comportamiento con bases neurológicas y un fuerte componente genético, y de hecho los estudios realizados se han orientado principalmente en dos aspectos: determinar genes implicados en la aparición de la enfermedad, y determinar los genes implicados en la respuesta del paciente a la medicación empleada”, ha apuntado Rufo.
Por último, el especialista ha subrayado cómo las nuevas formulaciones se hacen cada vez más necesarias para abarcar todas las edades y todos los pesos de los pacientes en los que se tengan que utilizar tratamiento farmacológico para el TDAH.
Puesta al día y concienciación social
Además del TDAH, en la I Reunión Andaluza de Neuropsicología, que ha contado con la colaboración de la Fundación Avanza, Autismo Sevilla, la Fundación Aequitas, la Universidad de Sevilla y la Fundación Alfonso Carmona, se ha analizado el proceso de la inteligencia en la edad pediátrica y los signos precoces de anomalías relacionados con el funcionamiento intelectual límite (FIL), así como “el lugar que ocupa entre las enfermedades del sistema nervioso central y los trastornos del neurodesarrollo, para finalizar con algo tan importante como es la respuesta que el derecho ofrece a las personas afectas por esta enfermedad”, ha apuntado el neurólogo del IHP.
También se han abordado los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), “haciendo hincapié en la investigación neurobiológica actual, en el Síndrome de Asperger y su diagnóstico básico, la detección precoz de los trastornos del espectro autista y su importancia para la sociedad, así como la intervención neuropsicológica de estos trastornos”, ha señalado. Por último, han pretendido “concienciar a la sociedad de la importancia de la alta capacidad intelectual, aclarando términos y definiciones, con nuevos métodos diagnósticos y terapias de familia, la atención educativa, y la necesidad de las asociaciones familiares”.
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