Sandra Melgarejo. Madrid
El póster ‘Calidad de vida de los enfermos de párkinson tras tratamiento médico-quirúrgico. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete 2007-2010’, presentado por Mª Victoria Ruiz García, Mercedes Gómez Hontanilla, Ana Mª Ruiz García, Josefa Ruiz García, Ángeles Ruiz García y Vicente Herráez Izquierdo, del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, fue galardonado con uno de los premios a los tres mejores póster de la XVII Reunión Anual de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene).
Mª Victoria Ruiz García.
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Como explica Mª Victoria Ruiz García, la idea de este estudio surgió en 2007, cundo se introdujo esta técnica en el centro, para valorar la calidad de vida de los pacientes tras la cirugía del párkinson. Para ello, se estudió la calidad de vida y el grado de satisfacción tras la estimulación cerebral profunda de los núcleos subtalámicos. “Los resultados obtenidos revelaron que los trece pacientes intervenidos en ese periodo, ya que no hay muchos candidatos que puedan beneficiarse de la intervención porque los criterios de inclusión son bastante estrictos, obtuvieron resultados bastante buenos e, incluso, comparables a otros hospitales que llevan mucho tiempo haciendo este tipo de intervención”, afirma Ruiz.
“Tras la intervención, mejora mucho la movilidad, la ejecución de tareas cotidianas y el bienestar emocional del paciente, pero sigue necesitando apoyo porque la enfermedad sigue evolucionando. El párkinson no tiene cura y, aunque el tratamiento quirúrgico mejora la sintomatología, es una enfermedad que sigue evolucionando y el paciente empeora en movilidad, comunicación… La operación frena la sintomatología, pero con los años volverá”, comenta la enfermera.
Ruiz destaca el balance coste-efectivo de la operación. “Es una intervención muy costosa, se calcula que el coste total ronda los 18.000 euros, pero en un año se amortiza más del 56 por ciento del gasto. Normalmente, la medicación anual de los pacientes con párkinson cuesta unos 10.000 euros, pero con la intervención se reduce a entre 3.000 y 4.000 euros”, detalla. Además de los beneficios desde el punto de vista económico, con la operación se evitan los efectos secundarios que tiene la medicación a largo plazo.
Satisfacción de los pacientes tras la intervención, según los datos del estudio del
Servicio de Neurología y Neurocirugía del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.
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Para este equipo de profesionales, el premio de la Sedene es el reconocimiento a “un trabajo muy largo, que demuestra que los resultados de esta intervención en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete son equiparables a los obtenidos en otros grandes hospitales” y un reconocimiento a la investigación en Enfermería, “que no suele trascender tanto como la investigación médica”.
El estudio continúa, ya que siguen recogiendo datos de los pacientes intervenidos y estudiando la evolución de los pacientes. El personal de Enfermería del Servicio de Neurología y Neurocirugía también amplía la información sobre la operación a los pacientes, se encarga de la preparación prequirúrgica, vela por el confort del paciente durante la cirugía y, una vez que el paciente sale del quirófano, se le explica qué cosas puede hacer o no por llevar un estimulador. “Sobre todo, intentamos disminuir la ansiedad del paciente y de sus familiares contándoles que está todo controlado durante la intervención”, comenta la enfermera Mª Victoria Ruiz.
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