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Lunes, 11 de julio de 2011   |  Número 35
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PACIENTES NEUROLÓGICOS
CONGRESO EN EL CENTRO DE ALZHEIMER FUNDACIÓN REINA SOFÍA
Es fundamental observar las emociones de las personas con demencia y sus familiares
El estado afectivo de los enfermos se deteriora hasta perder la capacidad empática, aunque se pueden preservar algunas emociones básicas

Redacción. Madrid
El Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía ha acogido el Congreso ‘Demencia y Emociones’, con el objetivo de abordar el ámbito afectivo o emocional de las enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer o el párkinson. El centro ha realizado, a través de este simposio, un repaso sobre los distintos focos de cambio, alteración o desarrollo emocional que pueden surgir acompañando a estas enfermedades.

Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía.

Durante la jornada, inaugurada por el director general del Mayor de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de Madrid, José Ramón Menéndez, y la directora gerente del centro, Laura Fernández, se ha efectuado un chequeo del estado emocional de dos de las formas más frecuentes de demencia: la enfermedad de Alzheimer y la demencia tipo párkinson.

Así, la neuropsicóloga de la Asociación de Familiares de Personas con Alzhéimer y otras demencias de Benifaió, Almussafes y Sollana (Afabals) y directora del Consorcio de Neuropsicología Clínica (CNC), Paz Grau, ha ofrecido una ponencia sobre los cambios y síntomas emocionales en el enfermo de alzheimer.

En esta línea, ha asegurado que el estado afectivo de estos enfermos se va deteriorando, hasta perder la capacidad empática, aunque, según ha explicado, frente a estímulos simples se pueden preservar algunas emociones básicas, de ahí la importancia de mantener la afectividad de los enfermos de alzheimer hasta el último momento y, sobre todo, “darles mucho cariño”.

Grau también ha señalado como fundamental la observación, por parte de los cuidadores y profesionales, de cómo se producen las emociones en estos enfermos y la realización de pruebas para identificar emociones, por ejemplo, a través de fotografías.

Asimismo, la neuropsicóloga y responsable de Formación de Parkinson Madrid, Susana Donate, ha centrado su ponencia en las emociones en la enfermedad de Parkinson y ha recalcado que la depresión es el síntoma más común en estos enfermos, sobre todo en menores de 45 años.

La apatía es también otra emoción común entre los enfermos de párkinson, fundamentalmente en personas mayores, que suelen perder la motivación, algo, para lo que, de momento, no hay tratamiento farmacológico. Este factor puede llevar al enfermo a aislarse socialmente, pudiendo llegar a padecer fobia social.

Otro de los síntomas que experimentan estos enfermos es el delirio y la alucinación, que suelen aparecer en estados avanzados de la enfermedad, así como la imposibilidad de controlar impulsos, lo que suele derivar en trastornos como ludopatía, hipersexualidad o las compras compulsivas.

Durante el congreso, también se han analizado diferentes técnicas de apoyo hacia el contexto familiar del enfermo de alzheimer a lo largo de las distintas fases evolutivas de la enfermedad, en los momentos finales de la misma y en la fase de duelo que vendrá acompañando al fallecimiento.

En este sentido, la neuropsicóloga de IDIT Consultores, Susana Palomo, se ha referido a la importancia del apoyo emocional al familiar y ha subrayado que éste siente, sobre todo, miedo a lo desconocido, rechazo hacia el diagnóstico y tristeza, entre otras emociones. Del mismo modo, ha destacado que es frecuente que el familiar perciba al enfermo como una carga, dado que realiza un esfuerzo constante durante 24 horas al día y está permanentemente de guardia.

Según ha señalado Palomo, la inteligencia emocional es una de las herramientas que más se utilizan para el trabajo con los familiares. Una de las claves es que expresen sus emociones y aprendan a controlarlas, además de trabajar la relajación, el optimismo y la autoestima.

Además, se han impartido ponencias sobre las claves para una correcta autogestión en lo que a emociones se refiere que permita al profesional desenvolverse en un entorno de alta carga emocional, así como sobre el efecto de la musicoterapia sobre las emociones en estos pacientes.

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