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Lunes, 14 de abril de 2014   |  Número 96
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ACTUALIDAD
SEGÚN UN ESTUDIO COORDINADO POR VALENTÍN MATEOS Y JESÚS PORTA-ETESSAM
Estrés y falta de sueño, principales factores para la aparición de migraña
La investigación desmitifica la importancia de la dieta en la aparición del dolor de cabeza

Redacción. Madrid
Vivir situaciones de estrés y padecer falta de sueño son los dos principales factores que influyen a la hora de desencadenar la migraña, una enfermedad que afecta de forma esporádica a 3,5 millones de personas en España y de manera crónica a un millón. Esta es la principal conclusión de un amplio estudio epidemiológico dirigido por Jesús Porta-Etessam y Valentín Mateos, responsables de la Unidad Integral de Neurología de la Clínica La Luz de Madrid, en el que han participado otros 70 neurólogos españoles.

Principales factores de riesgo para la migraña, según el estudio.

La investigación, realizada a partir de datos procedentes de más de 300 crisis de migraña, sitúa al estrés como el factor más influyente a la hora de desarrollar este tipo de dolor de cabeza, ya que aparece en el 68,9 por ciento de los pacientes que padecen jaqueca. La falta del sueño, identificada en el 50,2 por ciento de los casos, también tiene un papel relevante en el origen de la migraña, al igual que la menstruación (cuando existen crisis fuera de la misma) con un 40,7 por ciento y los cambios de tiempo atmosférico (37,4 por ciento).

No es tampoco desdeñable la influencia de la ingesta de alcohol, que se considera un factor de riesgo importante en uno de cada cuatro migrañosos (24,6 por ciento), así como una dieta rica en alimentos procesados y con presencia de aditivos como el glutamato, la tiramina o los nitratos (18 por ciento). Los cambios en la rutina también tienen incidencia en un importante número de personas que padecen esta enfermedad, que afecta sobre todo a mujeres (en una proporción de tres a uno sobre los varones). Así, el estudio identifica que el cambio de ritmo propio de los fines de semana incide en la aparición de jaqueca en el 17,7 por ciento de los casos, al igual que los viajes, que tienen influencia en el 11,8 por ciento de los casos.

Existen otros factores descritos cuya influencia sin embargo es menor, tales como determinados olores (7,2 por ciento), la menstruación (cuando provoca crisis exclusivamente en el marco de este proceso biológico de la mujer), con un 6,6 por ciento; el tabaquismo (5,9 por ciento) y algunos tratamientos con fármacos (dos por ciento).

Según explica Porta-Etessam, resulta de gran importancia identificar estos factores porque, “por un lado, aportan información sobre la fisiopatología de la migraña (ver de qué forma influyen los cambios ambientales o los cambios del patrón de sueño podría indicar una participación hipotalámica), y por otro indican lo erróneo de mitos como que la migraña es por problemas con alimentos, cuando este factor aparece en menos de un 20 por ciento de los casos”. Este especialista añade que los resultados permiten, además, evaluar tratamientos de relax en pacientes donde el estrés puede ser el factor facilitador.

“Creemos que los resultados son muy interesantes y tienen aplicabilidad clínica. Además son una radiografía de los pacientes migrañosos españoles, conocimiento básico que nos puede ayudar a decidir los tratamientos más adecuados”, agrega Porta-Etessam.

Trastornos psiquiátricos

Comorbilidad de los pacientes (categorías no excluyentes), según el estudio.

Al margen de estos factores, el estudio ha permitido a los especialistas identificar además aquellas enfermedades concomitantes que mayor influencia pueden tener en la aparición de este tipo de dolor de cabeza. En este sentido parece claro que los individuos que sufren una patología de salud mental tienen un mayor riesgo, pues el 12,1 por ciento de los migrañosos tienen al mismo tiempo alguna enfermedad psiquiátrica (ansiedad y/o depresión, en la mayoría de las ocasiones).

Acto seguido aparece un grupo de enfermedades que afectan con cierta frecuencia y de forma simultánea a las personas con migraña. Se trata de las enfermedades digestivas (que sufre un 4,9 por ciento del total de afectados por jaqueca), dermatológicas (3,9 por ciento), respiratorias (3,6 por ciento), neurológicas (3,6 por ciento), cardiovasculares (3,6 por ciento), ginecológicas (3,3 por ciento) y reumatológicas (tres por ciento), entre otras.

Con estos datos encima de la mesa, Valentín Mateos considera que “como siempre en Medicina, al paciente hay que valorarlo en su conjunto. Así, la existencia de problemas médicos asociados (comorbilidades) puede ser decisiva a la hora de elegir el tratamiento de elección para un paciente dado, bien porque se aproveche la ocasión para utilizar un fármaco que pueda ser útil para dos problemas, bien porque se evite la utilización de otros que puedan conllevar el empeoramiento de la patología concomitante o que puedan, incluso, estar contraindicados”.

Una enfermedad infradiagnosticada

De hecho, tal como puso de manifiesto recientemente el estudio Primera, coordinado también por los citados especialistas de la Clínica La Luz y en el que participaron 168 especialistas y 851 pacientes de toda España, la migraña está claramente infradiagnosticada e infratratada en España. En concreto, sólo una cuarta parte de los pacientes recibe un tratamiento adecuado frente a esta patología, y el 45 por ciento de los afectados ni siquiera están diagnosticados, y eso que, según el citado estudio, la enfermedad conlleva una “elevada discapacidad”, un elemento que adquiere todavía más importancia si se tiene en cuenta que las principales víctimas de este intenso dolor de cabeza son mujeres entre los 20 y los 50 años (la edad media se sitúa en 34 años).

Por último, para tratar la migraña Porta-Etessam y Mateos recomiendan un tratamiento personalizado a cada paciente según su grado de discapacidad, de forma que se reservan los fármacos antiinflamatorios para las crisis leves y moderadas y se recurre a la familia de los triptanes para tratar las crisis más graves. En un porcentaje no despreciable de pacientes (del orden del 20-25 por ciento) se va a necesitar, además, recurrir a tratamientos preventivos habida cuenta el elevado número de crisis que sufren.

 

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