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Lunes, 15 de abril de 2013   |  Número 74
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EN PRIMERA PERSONA
Mª JOSÉ CATALÁN, JEFA DE LA UNIDAD DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO DEL HOSITAL CLÍNICO SAN CARLOS DE MADRID
“Hay que facilitar que los pacientes sepan qué alternativas terapéuticas tienen”
La neuróloga afirma que en su centro no se ha limitado el acceso a tratamientos a pesar de la crisis

Sandra Melgarejo. Madrid
La neuróloga Mª José Catalán, jefa de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha participado en la elaboración del Protocolo de manejo y derivación de pacientes con enfermedad de Parkinson de la Comunidad de Madrid, como representante de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en el grupo de expertos formado por representantes de las sociedades de Atención Primaria y Especializada implicadas.

Mª José Catalán, jefa de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Catalán ha detallado a Publicación Médica de Neurología que la iniciativa surgió de la Asociación Parkinson Madrid para mejorar la asistencia sanitaria de los pacientes con enfermedad de Parkinson: “trabajo mucho con pacientes y si la asociación me necesita para cualquier cosa, divulgativa, de educación sanitaria o de lo que sea, sabe que siempre dispone de mi colaboración desde hace años”.

Así, gracias al estímulo de Parkinson Madrid, la Consejería de Sanidad comenzó a coordinar la puesta en marcha del protocolo para mejorar la relación entre Primaria y Especializada; para que la derivación fuera más fluida y más rápida; y para que todos los niveles asistenciales estén más pendientes del diagnóstico. La jefa de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Clínico ha colaborado en todas las fases de la elaboración del protocolo que, en su opinión, “está muy trabajado y es muy importante”. Para hacer el protocolo también se han recabado las necesidades de un grupo de pacientes en diferentes estadios de la enfermedad. “Lo que tenemos que hacer ahora es llevarlo a la práctica”, ha destacado

Catalán ha comentado que han hablado con Elena Juárez, directora general de Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid, para organizar la coordinación entre Primaria y Especializada y divulgar el protocolo entre los médicos de ambos niveles, para que todos estén “dispuestos  a colaborar y a cooperar para que sea lo más eficaz posible de cara a los pacientes”. Lo siguiente será elaborar unas guías clínicas para el diagnóstico, el tratamiento precoz del párkinson y el tratamiento del párkinson avanzado. “Disponemos de muchos tratamientos que cambian a lo largo de la evolución de la enfermedad y según las circunstancias de cada paciente, lo que hace que el tratamiento sea muy complejo, pero está bien definido en la literatura. Hay que facilitar que los pacientes sepan qué alternativas terapéuticas tienen y a qué centros pueden acudir para acceder a ellas”, ha indicado la neuróloga.

El acceso a los tratamientos en la Comunidad de Madrid

La Federación Española de Párkinson (FEP) ha reclamado, coincidiendo con el Día Mundial del Párkinson, el derecho de los pacientes a recibir el tratamiento más adecuado, ya que han detectado que, sobre todo las personas con párkinson avanzado, no están siendo tratadas correctamente. Según Catalán, “el problema varía mucho de unos hospitales a otros. Llama la atención que haya hospitales, equiparables por magnitud, número de especialistas o población, que no disponen de duodopa, por ejemplo, y otros sí. Esto responde a políticas individuales de cada hospital. Afortunadamente, pese a la crisis, en el Clínico no hemos tenido ninguna limitación a la hora de utilizar los medios necesarios para tratar a los pacientes. Estoy muy satisfecha y creo que tiene mucho que ver con la buena gestión del jefe del Servicio de Neurología, Jorge Matías-Guiu”.

No obstante, la neuróloga ha señalado “otro problema relacionado con a la crisis”: la dispensación de fármacos genéricos. “Hay pacientes a los que se les cambia la marca del tratamiento y no pasa nada, pero otros no responden igual de bien. Es muy importante que se respete la prescripción que lleva el paciente a la farmacia y que el farmacéutico no elija dispensar lo que resulte más beneficioso por precio. En una enfermedad así, los estadios moderados y avanzados son muy sensibles a mínimas cosas y, desde luego, a los cambios de medicación. Es muy importante no cambiar la medicación a un paciente bien controlado”, ha recordado.

 

 

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