Redacción. Madrid
Cuatro prestigiosos neurólogos españoles especializados en esclerosis múltiple se han reunido en Madrid para dar a conocer las últimas novedades sobre esta enfermedad y su tratamiento. Rafael Arroyo, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; José María Prieto, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela; Óscar Fernández del Hospital Regional Universitario Carlos Haya de Málaga, y Xavier Montalbán, del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, han coincidido en que, tras varios estudios realizados en los últimos 15 años con Copaxone (acetato de glatiramero inyectable), de Teva, se han reducido las tasas de recaída y se ha retrasado la progresión de la discapacidad en pacientes con esclerosis múltiple, así como la transición a la progresión secundaria de la enfermedad.
José María Prieto, Xavier Montalbán, Rafael Arroyo y Óscar Fernández.
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¿Cuántas personas sufren esclerosis múltiple? ¿La cifra ha aumentado en los últimos años?
Óscar Fernández: En España, unas 35.000 personas sufren esclerosis múltiple, tanto clínicamente definida como remitente recurrente, y en todo el mundo, alrededor de dos millones y medio.
Rafael Arroyo: El número ha aumentado, pero las razones son claras: hay un aumento del índice de supervivencia de la población mundial y eso hace que el número de afectados por esclerosis múltiple también sea mayor. También es mayor la incidencia y la prevalencia de la enfermedad.
¿Cuál es la esperanza de vida de un paciente desde la aparición del primer síntoma?
José María Prieto: Depende de la evolución de la enfermedad, pero en general es similar a la esperanza de vida habitual de cualquier persona. Quizá ligeramente menor, pero en este caso, dependerá de la evolución de cada persona con respecto a la enfermedad.
¿Han mejorado los medicamentos la esperanza de vida de los afectados?
Rafael Arroyo: Sí, sin duda, porque los medicamentos que tratan esta enfermedad afectan a un componente antiinflamatorio que alivia significativamente y mejora así la calidad de vida. Copaxone, por ejemplo, es un fármaco inmunomodulador con una eficacia y estabilidad bien establecida a largo plazo, lo cual aumenta significativamente la calidad de vida y la tolerabilidad.
¿En qué pacientes está indicado este fármaco?
José María Prieto: Partiendo de la base de que es el medicamento más usado en el tratamiento de esta enfermedad en el mundo, podemos decir que está especialmente indicado para pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple desde el inicio de la enfermedad, así como en pacientes que hayan fracasado con anteriores tratamientos.
¿Qué novedades terapéuticas aporta este fármaco frente a otros tratamientos para la esclerosis múltiple?
Rafael Arroyo: Copaxone ofrece, sobre todo, una seguridad extraordinaria y una tolerabilidad muy buena en el paciente. En este aspecto, destacaría la no toxicidad y la eficacia. Hay muchos pacientes que llevan más de 15 años en tratamiento con una buena evolución.
Óscar Fernández: Teniendo en cuenta que, además, estamos hablando de una enfermedad crónica, Copaxone aporta un buen balance entre efectividad y seguridad, lo cual es muy importante si pensamos que es un medicamento que va a acompañar durante toda la vida al paciente.
¿Es importante el tratamiento precoz?
Xavier Montalbán: Sí, sin duda. De hecho, hay un estudio que demuestra que la administración del medicamento, desde el inicio del diagnóstico, mejora el desarrollo de la enfermedad a corto y medio plazo.
Rafael Arroyo: Es el elemento más importante y el descubrimiento más destacado de la última década. Hay cinco estudios al respecto, uno de ellos realizado con Copaxone, que demuestan que la eficacia de los fármacos depende del momento en el que se inicie el tratamiento, siendo más importante el efecto cuanto antes se emplee el medicamento en el curso de la enfermedad. En este sentido, Copaxone es la mejor opción terapéutica.
¿Hay novedades con respecto al diagnóstico precoz?
Xavier Montalbán: Sí. Acaban de aparecer unos nuevos criterios diagnósticos (los de Mc Donald, tercera revisión) mediante los cuales se puede realizar el diagnóstico de esclerosis múltiple el primer día, del primer síntoma, en el 50 por ciento de los pacientes, lo cual supone un gran avance para el diagnóstico precoz de esta enfermedad.
La relación beneficio-riesgo de un tratamiento, ¿es genérica o depende de la situación del paciente?
José María Prieto: Lo primero que buscamos es la seguridad del paciente, que debe primar sobre la eficacia del fármaco. En casos concretos, si la enfermedad es muy agresiva, sí hay que utilizar medicamentos a pesar de sus efectos secundarios, pero el tratameinto no es estandarizado, sino individualizado.
¿Qué importancia tiene la Enfermería en el cuidado de esta enfermedad?
Xavier Montalbán: La Enfermería es clave porque representa una pieza fundamental en las unidades del tratamiento de la esclerosis múltiple, sobre todo en lo que respecta a educación sanitaria y en el manejo de los sistemas posteriores: espasticidad, dolor, disfunción vesical…
José María Prieto: Además, la Enfermería aporta recursos de apoyo y recursos sociales que dan más atención al paciente de la que podemos dar los médicos.
¿Qué aporta el personal de Enfermería con respecto al tratamiento farmacológico?
Óscar Fernández: Educación sanitaria y el control de los efectos adversos de los fármacos. Con ello consiguen minimizar los efectos secundarios y aumentar la adherencia al medicamento, que es un elemento fundamental para la efectividad del mismo.
¿Qué opinan de la llegada de terapia oral?
José María Prieto: Los fármacos orales y nuevos anticuerpos monoclonales pueden llegar a ser muy importantes en el tratamiento de la esclerosis múltiple, pero todavía están por ver algunos de los efectos secundarios.
Óscar Fernández: Creo que con el tiempo van a revolucionar el tratamiento de la enfermedad, pero es preciso tener más datos de su efectividad a medio y largo plazo.
¿Y sobre la aprobación del primer cannabinoide para tratar síntomas como la espasticidad?
Óscar Fernández: Es una aportación interesante en el tratamiento sintomático de la enfermedad y para la espacticidad refractaria, o que no responde a otros tratamientos.
¿Creen que la investigación con células madre podrá dar con la solución a esta enfermedad?
Rafael Arroyo: Será una terapia más, pero probablemente no será la solución. Quizá en un futuro, usando células distintas de las que usamos ahora, los beneficios serán mayores.
Xavier Montalbán: Mi opinión es que, de momento, el efecto regenerador de las células está lejos de conseguirse.
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