Redacción. Madrid
El Plan de Ictus de la Comunidad de Madrid, puesto en marcha en 2009 en colaboración con la Asociación Madrileña de Neurología, ha permitido reducir un 50 por ciento la mortalidad por esta patología, según los datos que ha destacado el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, durante su visita a la Unidad de Ictus del Hospital Gregorio Marañón donde, además, ha señalado que la Comunidad de Madrid tiene la menor tasa nacional de mortalidad por enfermedad cerebrovascular (12 por cada 100.000 habitantes).
Antonio Gil Núñez, jefe de la Unidad de Ictus, habla con el
consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty.
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La Comunidad de Madrid cuenta con seis centros capacitados (Clínico, La Paz, La Princesa, Ramón y Cajal, 12 de Octubre y Gregorio Marañón) para la atención integral de ictus, operativos, 24 horas al día y 365 días al año.
En concreto, la unidad del Gregorio Marañón cuenta con técnicas especiales como la trombolisis intraarterial y la hemicraniectomía en infartos cerebrales malignos, que precisan de la colaboración de neurólogos, neurorradiólogos intervencionistas, neurocirujanos y cirujanos vasculares periféricos. Todos ellos actúan con vías clínicas y protocolos aprobados por la Comisión de Ética Asistencial del hospital y confieren a esta unidad de un carácter marcadamente multidisciplinar para tratar al enfermo con ictus desde todos los abordajes terapéuticos posibles con el principal objetivo de mantener su independencia funcional.
Una de las unidades con más recursos
La unidad de ictus del hospital Gregorio Marañón es una de las unidades de la Comunidad de Madrid de esta especialidad con más recursos y mayor volumen de actividad, ya que atiende en torno a mil personas con ictus al año, de los cuales aproximadamente 600 están en fase aguda. Para ello, cuenta con 24 camas, seis para pacientes con ictus en fase aguda y otras 18 camas de hospitalización, y está compuesta por cinco neurólogos, un equipo de Enfermería altamente especializado, rehabilitadores y asistentes sociales.
Así, estos profesionales han conseguido establecer una vía clínica propia de este hospital para el tratamiento de personas con ictus. Gracias a este recurso asistencial de manejo del ictus en fase aguda se ha conseguido reducir la morbimortalidad en los pacientes que ingresan con esta enfermedad.
La unidad de ictus del Hospital Gregorio Marañón está integrada en el Código Ictus de atención temprana de la Comunidad de Madrid. Además, el equipo multidisciplinar de ictus del hospital ha establecido un código ictus interno aplicado a los pacientes ingresados en el propio centro, con el objetivo evitar posibles intervenciones quirúrgicas o complicaciones derivadas de la enfermedad, aumentando así las posibilidades de una mejor y más rápida recuperación para el paciente.
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