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Lunes, 23 de enero de 2012   |  Número 46
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ACTUALIDAD
SOLO 1.000 HAN SIDO ESTUDIADAS
La SEN alerta: hay más de 100.000 sustancias con potencial neurotóxico en el trabajo
El 17 por ciento de los trabajadores españoles utiliza preparados nocivos o tóxicos durante una cuarta parte de su vida laboral

Sandra Melgarejo. Madrid
El Grupo de Estudio de Neurología del Trabajo de la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha alertado de que los europeos manipulan en el trabajo más de 100.000 sustancias potencialmente neurotóxicas, pero solo 1.000 han sido estudiadas. Algunas, como las neuropatías por plomo, “son muy conocidas desde hace años, pero cada vez se complica más, porque las sustancias se mezclan y la exposición ya no es solo laboral sino, también, medioambiental”, detalla Mariano Montori Lasilla, secretario del grupo.

Félix Viñuela y Mariano Montori.

En el ámbito laboral, la inhalación de humos y vapores es la vía de absorción de sustancias neurotóxicas más frecuente. Se estima que el 17,6 por ciento de los trabajadores españoles y el 22 por ciento de los europeos manipulan contaminantes químicos, al menos, durante una cuarta parte de su vida laboral, aunque Montori comenta que, probablemente, el riesgo de exposición cuantificado “sea inferior a la realidad”.

En la última Reunión Anual de la SEN, el Grupo de Estudio de Neurología del Trabajo se ha centrado en neurotoxicidad central, “menos conocida que la periférica porque se identifica con menos frecuencia”, indica su secretario. En este encuentro se presentó una recopilación de los distintos estudios, casos y controles que se han publicado hasta la fecha para justificar la hipótesis neurotóxica en enfermedades neurodegenerativas, sobre todo en párkinson y alzheimer.

Algunas de las investigaciones concluyen que “la exposición a pesticidas se asocia a un mayor riesgo padecer párkinson y alzheimer, y los disolventes pueden ocasionar síntomas neuropsiquiátricos o incluso daño neuronal. También se ha descrito parkinsonismo por alta exposición al manganeso y al plomo, o que la exposición a metales participa en la formación de placas seniles y en la muerte neuronal”, señala Félix Viñuela Fernández, coordinador del Grupo de Neurología del Trabajo.

“La mayor parte de las sustancias neurotóxicas tienen efectos generalizados y afectan a los procesos celulares que intervienen en el transporte de membrana y a las reacciones intracelulares, interfiriendo la neurotransmisión. Pero también pueden atravesar la barrera hemato-encefálica, afectando, directamente, al sistema nervioso, con especial afinidad, algunos de ellos, por determinadas regiones”, explica Viñuela.

Según Montori, “conocer estos datos ayuda al neurólogo cuando aparece la enfermedad a una edad que no es habitual o de una forma atípica”. “Preguntar al paciente en qué trabaja, con qué sustancias y en qué condiciones tiene que evocar al neurólogo que ese cuadro se corresponde con una enfermedad ocupacional. Esta identificación debe tener una traslación inmediata al tratamiento y el valor añadido es que podrá alertar sobre las condiciones en las que trabaja para que otros empleados no contraigan esa misma enfermedad”, puntualiza.

El secretario del grupo destaca que, “cada año, el número de personas que mueren en Europa por enfermedades neurotóxicas y cánceres ocupacionales es superior al número de fallecidos por accidentes de trabajo”. En este sentido, Montori reclama “unificar la red de prevención de riesgos laborales en España; mejorar la formación neurológica de los médicos de Atención Primaria, y una troncalidad específica para Neurología”. Por su parte, Viñuela comenta que “la seguridad en el trabajo es fundamental para incrementar la competitividad y la productividad empresarial, y contribuir a la viabilidad de los sistemas de protección social, ya que se traduce en una reducción del coste de los accidentes, de los incidentes y de las enfermedades, y en una mayor motivación de los trabajadores. Pero es también un quehacer médico constante en cuanto a su prevención, identificación y tratamiento de las posibles consecuencias para la salud de los trabajadores y del medio ambiente”.

Desde su creación en 1998, el objetivo primordial del Grupo de Estudio de Neurología del Trabajo de la SEN es “contribuir a la formación de los neurólogos en Neurología ocupacional”, afirma su secretario. Según Montori, “esta línea de trabajo cada vez tiene más interés, derivado tanto a la actividad científica como a la institucional”, y la página web del grupo ha recibido más de 30.000 visitas durante el último año, de personas interesadas en las comunicaciones que presenta, como la reflexión sobre el papel de la SEN en la divulgación y la investigación de la Neurología ocupacional, presentada en el último Congreso de la Federación Europea de Neurología.
 

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