Sandra Melgarejo. Madrid
El póster ‘Análisis de adherencia en paciente con esclerosis múltiple en el postparto’, presentado por Miguel Merchán Ruiz, Judit Guerrero Clemente, Inés Manovel Vázquez, Joana Rodrigo Gil y Lluís Ramió Torrentà, de la Unidad de Neuroinmunología y Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Doctor Josep Trueta de Girona, fue distinguido con uno de los premios a los tres mejores póster de la XVII Reunión Anual de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene), el primer galardón que recibe esta unidad desde su puesta en marcha.
Miguel Merchán.
|
Como explica Miguel Merchán, “el tratamiento con inmunomoduladores durante el embarazo en pacientes con esclerosis múltiple siempre ha sido dispar. Los laboratorios recomiendan dejar el tratamiento y se sabe que, durante el embarazo, hay una cobertura natural contra los brotes de esclerosis múltiple. Sin embargo, en el postparto aumenta la posibilidad de aparición de brotes”. Así, el objetivo del estudio era conocer el tiempo que pasaba entre el parto y el reinicio del tratamiento con inmunomoduladores.
La investigación reveló que, aunque de las nueve pacientes estudiadas solo una había dado lactancia materna, el periodo entre el postparto y el inicio del tratamiento había superado los seis meses de media en todas ellas. Un resultado “sorprendente” ya que, como reconoce Merchán, en la Unidad de Esclerosis Múltiple nunca se habían parado a pensar en esto.
Los investigadores concluyen que una de las razones por las que estas pacientes tardan tanto en retomar el tratamiento es “la alta carga personal que tienen al tener un hijo, que les quita tiempo para ir al hospital y reiniciar su tratamiento”, detalla Merchán. Otro de los motivos que destaca el enfermero es que, en el caso de las pacientes que llevan más de dos años tratándose con inmunomoduladores inyectables subcutáneos, “están lo suficientemente hartas de tanto pinchazo como para seguir en el postparto”.
Como factores secundarios posibles, Merchán señala el hecho de que, como no tiene brotes durante el embarazo, “la paciente se autoengaña pensando que no volverá a tenerlos”. Otro factor secundario es que el personal de la unidad no tiene constancia del momento del parto, lo que imposibilita llevar un control posterior sobre cuánto tiempo está la paciente sin recibir tratamiento con inmunomoduladores.
Tras conocer estos resultados, las medidas a adoptar son aumentar la comunicación de la Unidad de Esclerosis Múltiple con los ginecólogos del hospital para poder tener un control objetivo y reiniciar el tratamiento lo antes posible si la mujer no quiere dar el pecho; dar unas recomendaciones a la paciente no solo sobre lo que va a suceder durante el embarazo, sino también en el postparto; y tratar de fijar una cita informativa antes de la fecha del parto para hablar a la paciente de la importancia de volver al tratamiento en menos de un mes.
Merchán comenta que, más que un estudio científico, esta investigación es “una llamada de alerta sobre algo de lo que no éramos conscientes”. Según él, el objetivo del póster era “demostrar lo que sucede y alertar a las enfermeras, porque hay temas de mucha importancia que no tienen que ver con la enfermedad exclusivamente, sino con la relación entre el paciente y el profesional de Enfermería”.
|