Redacción. Madrid
Los pacientes de fibromialgia solicitan unidades multidisciplinares para tratar esta enfermedad crónica, de momento incurable, que cursa con intenso dolor y fuerte fatiga en quienes la padecen. Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de esta patología, el 12 de mayo, la Asociación de Pacientes de Fibromialgia de la Comunidad de Madrid (Afibrom) ha organizado unas jornadas en el Hospital Ramón y Cajal a la que han acudido enfermos, médicos, psicólogos y abogados para poner en común las novedades científicas y las necesidades de los afectados.
Los pacientes piden unidades multidisciplinares.
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La presidenta de Afibrom, Maite Ramos, ha solicitado a las autoridades la creación de unidades multidisciplinares para tratar esta patología, y una homogeneidad de asistencia en todo el territorio español, puesto que existen grandes diferencias entre unas comunidades y otras. Además, ha pedido una mayor formación e información porque “todavía muchas veces el diagnóstico depende en gran medida de las creencias, confianza y voluntad del equipo médico”.
Ramos también ha denunciado el vacío legal ante el que se encuentran los pacientes, que tienen muchos problemas para que se les reconozca la incapacidad laboral, con lo que a los problemas de salud que tienen, se le suman los económicos ya que en un porcentaje altísimo se ven incapaces de mantener su puesto de trabajo.
El investigador de la Universidad de Sevilla Mario Cordero ha presentado un reciente hallazgo que puede suponer un punto de inflexión importantísimo en el abordaje de esta enfermedad: la mayoría de los pacientes tienen una disfunción de la coenzima Q10 que, al corregirse, mejora sensiblemente el cuadro inflamatorio y la fatiga crónica.
Estas investigaciones son, según Cordero, una puerta abierta a una nueva vida para muchos de estos enfermos. Existe un subgrupo de pacientes, muy numeroso, que tiene una disfunción mitocondrial: una deficiencia en la coenzima Q10, un transportador de electrones en la mitocondria de las células. Esta deficiencia produce estrés oxidativo, que se relaciona directamente con muchos de los síntomas que tienen los pacientes de fibromialgia. Al corregirse esta disfunción tomando coenzima Q10, el cuadro mejora sensiblemente: disminuye el dolor difuso general, el dolor localizado, la rigidez muscular, el dolor de cabeza y el cansancio. Mejora la memoria, el sueño se hace más reparador y como consecuencia de todo ello, el estado de ánimo cambia sustancialmente.
Cordero ha matizado que sólo se debe tomar la coenzima Q10 una vez que se ha diagnosticado esta disfunción, algo que se consigue con un análisis de sangre. El investigador ha insistido en que, dado que se trata de un descubrimiento importante, ahora hacen falta más investigaciones que permitan profundizar en esta nueva vía.
Este hallazgo se produce en un marco en el que los tratamientos muchas veces no consiguen los efectos esperados. Según Carlos Pascual, reumatólogo del Hospital San Camilo y ex responsable del Área de Fibromialgia de la Liga Reumatológica Española, en la actualidad se trata a estos enfermos fundamentalmente con analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos. La depresión suele aparecer tanto de forma intrínseca a la enfermedad como a consecuencia de un padecimiento que se hace largo y penoso ya que los enfermos suelen ir saltando de especialista en especialista. Este experto subraya que muchos enfermos tardan entre seis y ocho años en tener un diagnóstico.
Por su parte, José Francisco Tinao, director de la Clínica Medicina Integrativa, ha señalado que el estrés favorece este proceso, igual que la exposición a tóxicos ambientales o sustancias químicas. Este experto ha explicado que las técnicas complementarias como la nutriterapia, la terapia ortomolecular o la inmunoterapia, sumadas a la terapéutica tradicional puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de los enfermos.
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