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Lunes, 10 de octubre de 2011   |  Número 39
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actualidad
ESTUDIO SOBRE EL IMPACTO DEL DOLOR EN LA CALIDAD DE VIDA Y EN EL USO DE RECURSOS SANITARIOS EN ESPAÑA
Los españoles que sufren dolor valoran de forma muy negativa su calidad de vida
El artículo concluye que el dolor está infratratado, lo que aumenta el sufrimiento de los pacientes y la utilización de recursos sanitarios

Redacción. Madrid
La campaña internacional Change Pain, avalada por la Federación Europea de Asociaciones Internacionales para el Estudio del Dolor (EFIC) y la Sociedad Española del Dolor (SED), ha presentado las conclusiones del estudio ‘Pain, health related quality of life and healthcare resource utilization in Spain’, que analiza el impacto del dolor en la calidad de vida de los españoles y en el uso de los recursos sanitarios en España.

Intensidad y frecuencia, factores determinantes del dolor.

Según este estudio, un 16,1 por ciento de los pacientes con dolor valoran su salud física como mala, mientras que sólo el 2,09 por ciento de los pacientes sin dolor la valoraron de forma negativa. César Margarit, de la Unidad de Dolor del Hospital General Universitario de Alicante y miembro del Comité de Expertos de Change Pain, comenta que “la calidad de vida tanto en la dimensión física como psíquica de los pacientes con dolor es peor que algunas enfermedades crónicas como la fibrilación auricular e incluso que algunos tipos de cáncer”.

Respecto a su impacto en el ámbito emocional, el 11,7 por ciento de los pacientes con dolor calificaron su estado emocional como malo, mientras que tan sólo el 5 por ciento de los pacientes sin dolor eligieron esta opción.

Este estudio también hace referencia a la relación directa entre el dolor crónico y el uso de los recursos sanitarios, determinando que las personas que sufren dolor los utilizan con mayor frecuencia que aquéllos que no lo padecen. De hecho, el dolor es un factor determinante a la hora de visitar al médico, las Urgencias o de ingreso hospitalario.

En cuanto a la Atención Primaria, el dolor es un factor que casi duplica las visitas al médico. “El 60,4 por ciento de los pacientes con dolor emplearon el primer nivel asistencial cinco o más veces en los últimos seis meses, frente al 34 por ciento de los pacientes sin dolor”, destaca Concha Pérez, de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario de La Princesa y miembro del Comité de Expertos de Change Pain. Lo mismo ocurre con las salas de Urgencias, donde el número de visitas por los españoles que sufren dolor es más del doble. Mientras que un 3,6 por ciento de los pacientes sin dolor visitaron urgencias dos veces en los últimos seis meses, los pacientes con dolor acudieron a este servicio un 8,2 por ciento.

Atendiendo a los ingresos hospitalarios, un 9,5 por ciento de los pacientes con dolor fueron ingresados al menos una vez durante los últimos seis meses, mientras que sólo un 5,7 por ciento de los pacientes sin dolor fueron hospitalizados. De esta manera se demuestra que las personas que sufren dolor son hospitalizadas casi el doble de veces que las personas que no lo sufren.

Dolor Intenso y uso de recursos sanitarios

En cuanto al dolor intenso, los datos recogidos en esta publicación revelan que las visitas al médico de aquellos pacientes que lo sufren aumentan en un 184 por ciento respecto a los que no padecen dolor. Si además este dolor intenso se padece de forma diaria, este incremento es de un 208,8 por ciento. En cuanto a las estancias en urgencias, su aumento es de un 253,3 por ciento y del 373 por ciento si el dolor intenso se sufre diariamente. Si atendemos a los datos arrojados con respecto a los ingresos hospitalarios, se pone de manifiesto que el incremento es de un 305 por ciento, y si es el dolor intenso es diario, la cifra aumenta hasta el 348,5 por ciento.

La publicación ‘Pain, health related quality of life and healthcare resource utilization in Spain’ revela otras dos importantes conclusiones respecto al dolor. En primer lugar, afirma que tanto la intensidad como la frecuencia son factores determinantes del dolor, y que esta realidad no está considerada adecuadamente. Además, se recoge que el dolor crónico está aún en muchos casos infratratado, lo que aumenta el sufrimiento de las personas que lo padecen, así como el empleo de recursos sanitarios. Es por ello que el tratamiento del dolor debe ser valorado como un Derecho Humano Fundamental y así ha sido considerado por nuestras autoridades europeas y refrendado por la ONU.

Un mejor conocimiento, diagnóstico y tratamiento del dolor podría reducir el uso de recursos sanitarios y por tanto una reducción de los gastos actuales, puesto que un tratamiento adecuado y una detección temprana podrían evitar que el dolor se convirtiera en crónico. En este sentido, este estudio identifica como una necesidad prioritaria una mejor valoración del dolor y de sus costes sanitarios reales. Esto podría ayudar a generar una fuerte reducción del uso de recursos del Sistema Nacional de Salud a corto plazo.
 

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