Redacción. Madrid
El Colegio de Médicos de Granada ha acogido una jornada sobre alzheimer, encuadrada en el programa de actuación divulgativa de la organización colegial, en la que el neurólogo barcelonés Nolasc Acarín Tusell ha pronunciado una conferencia. Acarín ha señalado en primer lugar al cerebro como “el protagonista de la historia” y ha expuesto que este órgano cuenta, aproximadamente, con unos 100.000 millones de neuronas que, frente a informaciones publicadas recientemente, no se reproducen. “Si se produjese tal neurogénesis, la conexión neuronal donde se guarda la información se perdería”, ha matizado.
El neurólogo y divulgador Nolasc Acarín durante su conferencia en el Colegio de Médicos de Granada.
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El neurólogo ha definido la demencia como “una pérdida progresiva de facultades cognitivas, proceso que llega a partir de la mediana edad, y que es progresivamente más acelerado y de origen no congénito”. Acarín ha señalado que, entre las causas, un 60 por ciento correspondería a la enfermedad de Alzheimer, pero que, en la práctica, el 90 por cienot de los casos es debido a lesiones por proteínas tóxicas: “la demencia vascular se inicia por problemas de falta de oxígeno, pero ahora sabemos que esta falta de oxígeno en el cerebro desencadena el proceso de alteración de proteínas tóxicas que conducen a la enfermedad de Alzheimer”.
Aunque en la actualidad “no existe un tratamiento específico eficaz contra el Alzheimer”, Acarín ha subrayado que “sí es importante saber que existen tratamientos eficaces contra los síntomas que giran alrededor del alzheimer: la agresividad, el insomnio, el delirio, las alucinaciones… Eso hoy se trata bien e introduce confort tanto en pacientes como en familiares. Y, cuando llega el final, lo que se trata es de evitar el dolor y de no alargarlo”.
El especialista ha comentado que, dado el actual envejecimiento progresivo de la población, dentro de ocho años habrá ocho millones de personas mayores de 65 años y, de ellas, tres millones mayores de 85 años. “Si observamos que la prevalencia aumenta con la edad, en pocos años tendremos una gran masa de enfermos de Alzheimer que requerirán asistencia sanitaria y social, y con una pirámide poblacional invertida en la que no habrá suficiente población activa que pueda pagar la carga del sistema”.
“Lo terrible del cuidador familiar, que sufre la enfermedad tanto como el familiar enfermo, es que no tiene recompensa. Cuando la demencia avanza, el paciente queda indiferente: no hay miradas de complicidad, no hay una sonrisa”. Acarín se ha mostrado especialmente sensible con las familias y cuidadores del paciente de Alzheimer: “la única salida a esta situación se puede expresar en la fórmula caricias y recreo: para el paciente, caricias, mimos y cariño; y para el cuidador familiar, recreo por lo menos cuatro horas al día fuera del entorno del paciente. Si esta fórmula no se cumple, lo más normal es que, en poco tiempo, en vez de existir un problema, sean dos los que haya que solucionar”.
El neurólogo también ha indicado que la prevención es primordial frente al alzheimer. “Hay que tener un día ordenado y ocupado, una rutina eficiente en que se realicen los tres ejercicios: ejercicio físico, ejercicio intelectual, y ejercicio social. Hay pequeños trucos: por ejemplo, está demostrado que jugar una partida de cartas o de dominó produce más sinapsis que leer un libro”.
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