Sandra Melgarejo. Madrid
La Sociedad Canaria de Neurología ha celebrado su XVI Reunión Anual, una cita a la que han acudido unas 70 personas. Mª del Pino Reyes, presidenta de la Sociedad Canaria de Neurología y vocal del Área Social de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha destacado el contenido de una mesa redonda sobre esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en la que se ha abordado esta patología desde un punto de vista multidisciplinar. “Un neurólogo de cada uno de los cuatro grandes hospitales de la comunidad (Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Hospital Universitario Ntra. Sra. de la Candelaria y Hospital Universitario de Canarias) ha explicado cómo abordan el problema y cómo tienen organizada la asistencia al paciente. En la mesa también han participado rehabilitadores, endocrinos y neumólogos, que forman parte de los equipos multidisciplinares que atienden a estos pacientes”, detalla Reyes.
Mª del Pino Reyes.
|
Otras sesiones se han centrado en sueño, en patología vascular (teleictus y neurointervencionismo) y en el tratamiento de la esclerosis múltiple desde el punto de vista de la Medicina basada en la evidencia. También se han revisado la literatura y la aportación a la Neurología de los investigadores canarios, y se han presentado comunicaciones orales.
Reyes ha comentado a Publicación Médica de Neurología que “la insularidad afecta mucho a los pacientes neurológicos de Canarias”. “En los cuatro grandes hospitales que están situados en Gran Canaria y en Tenerife tenemos medios, a pesar de los recortes. Pero nos preocupan las demás islas, porque no es lo mismo enfermar en La Gomera que en Gran Canaria”. Los neurólogos canarios tratan de obviar los inconvenientes de la insularidad a base de tecnología, como el teleictus.
Además, la presidenta de la Sociedad Canaria de Neurología afirma que los recortes en sanidad están siendo “indiscriminados”, sobre todo en lo que respecta al personal. “La situación es bastante difícil, hay desánimo y es una pena porque la sanidad es algo de lo que los españoles nos sentimos orgullosos y está en gravísimo peligro. Probablemente los profesionales no estamos sabiendo hacer llegar a la población el peligro que corre, nuestras inquietudes y preocupaciones”.
|