Redacción. Madrid
La Fundación General de la Universidad de Salamanca ha organizado el I Simposio internacional ‘Avances en la investigación sociosanitaria en la enfermedad de Alzheimer’, organizado por con la colaboración de la Fundación Reina Sofía y el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias en Salamanca, en el marco del proyecto ‘Espacio Transfronterizo sobre el Envejecimiento’. La inauguración del simposio ha estado a cargo de la reina Sofía, Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca, y Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de la ciudad de Salamanca.
El neurólogo Pablo Martínez-Lage.
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La conferencia plenaria, presentada por Alejandro Esteller, de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, ha estado a cargo de Bruno Dubois, de la Federación de Neurología del Hôpital Pitié Salpêtrière (París), quien ha abordado el problema del “replanteamiento de la enfermedad de Alzheimer para la evolución del concepto al diagnóstico”. Según Dubois, “el aumento progresivo del conocimiento científico sobre los hechos patógenos y el curso de la enfermedad de Alzheimer ha conseguido que nuestra visión de la enfermedad y sus límites definitorios hayan experimentado un significativo avance”.
Según explicó durante su intervención, estamos evolucionando desde la concepción clásica de que el alzheimer sólo puede ser diagnosticado “cuando la enfermedad llegue al umbral de la discapacidad funcional de la demencia”, y “de forma definitiva” con la confirmación post mortem a “un nuevo concepto y marco de diagnóstico”, basado en “confiables biomarcadores” característicos del alzheimer obtenidos gracias a las imágenes de la estructura cerebral que nos ofrecen nuevas técnicas como la resonancia magnética, la tomografía por emisión de positrones (PET) o los análisis del líquido cefalorraquídeo (CFS), y que permitirán en un futuro el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer con un alto nivel de precisión, “incluso en la etapa de las primeras manifestaciones clínicas” (fase prodrómica).
Esta nueva tendencia en el diagnóstico, verá demostrada su utilidad y conveniencia para el mejor tratamiento del alzheimer, según Dubois, “a medida que las cuestiones para su aplicación se vayan resolviendo y los investigadores empleen estos criterios en los diferentes estudios de investigación y ensayos clínicos”.
La primera de las sesiones, titulada ‘La enfermedad de Alzheimer desde una mirada actual’, introducida por Mª Isabel González Ingelmo, del Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias en Salamanca, ha contado con la participación de Nori Graham, de Alzheimer Disease International (Reino Unido), que ha resaltado la “estrecha relación” del aumento de la incidencia en demencias con el envejecimiento que está experimentando la población mundial. Durante su intervención, ‘Superar el estigma de la demencia: una perspectiva personal e internacional’, Graham ha destacado que a pesar de que en la actualidad hay una mayor conciencia pública, “a menudo la demencia sigue sin ser detectada o diagnosticada, y la estigmatización de esta enfermedad es en gran parte la culpable de ello”.
Pablo Martínez-Lage, de la Fundación CITA-Alzheimer (España), y Maria do Rosário Zincke dos Reis, de Alzheimer Portugal (Portugal), han hecho un repaso de la situación de la demencia en España y Portugal, países objeto del proyecto 'Espacio Transfronterizo sobre el Envejecimiento'.
Martínez-Lage ha hecho hincapié en la importancia del diagnóstico precoz en alzheimer, aspecto que aún no es una realidad debido a “la falta de educación sanitaria de la población para la detección de los primeros síntomas” así como, en ocasiones, al “retraso en el contexto de los sistemas sanitarios”, e incluso a que “el concepto de deterioro cognitivo ligero puede desviar la atención del diagnóstico de la demencia en fase leve”.
Maria do Rosário Zincke dos Reis, por su parte, ha repasado los principales logros y prioridades en el campo de la demencia en Portugal, país que “aunque no ha puesto en práctica ninguna estrategia o plan sobre la demencia” sí ha llevado a cabo “algunas medidas relevantes como directivas avanzadas y directrices para el diagnóstico y tratamiento”.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, interviene en la inauguración del I Simposio internacional ‘Avances en la investigación sociosanitaria en la enfermedad de Alzheimer’.
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La segunda sesión de la jornada, estructurada alrededor de Reino Unido como “país invitado”, ha sido introducida por Javier Yanguas, del Instituto Gerontológico Matía. Nikki Squelch, de Alzheimer’s Society Uk (Reino Unido), ha sido la ponente principal y ha presentado el programa ‘Dementia Friends’ (Amigos de la Demencia), que trabaja por la creación de comunidades amigas de la demencia a lo largo del Reino Unido, “un objetivo estratégico dentro del área global de trabajo de la Sociedad de Alzheimer”. Financiado por el Departamento de Salud del Gobierno y la Oficina de la Sociedad Civil, esta iniciativa popular dirigida por voluntarios se asienta en la apuesta del Primer Ministro David Cameron por la demencia, ‘UK Dementia Callenge’.
En la última de las sesiones, ‘Perspectivas sobre la enfermedad de Alzheimer y la investigación sociosanitaria’, presentada por Pedro Gil Gregorio, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, han intervenido Mary Mittelman, del Langome Medical Center de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) y Javier Olazarán, del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía-Fundación CIEN.
Mary Mittelman ha analizado el papel del familiar cuidador y la conveniencia de programas de intervención psicosocial destinados a los mismos, para lo que ha puesto como ejemplo el programa de ‘Intervención para el Cuidador de la Universidad de Nueva York’, evaluado durante más de dos décadas mediante un proceso aleatorio controlado, demostrando múltiples beneficios tanto para la propia persona con demencia como para su cuidador. Programas como éste, así como diversas investigaciones más recientes enfocadas igualmente a la persona con demencia y el familiar que se dedica a su cuidado, sugieren, según Mittelman, “el papel fundamental que tienen las intervenciones psicosociales para la óptima atención integral de las personas con demencia”.
Javier Olazarán, por último, ha abordado la revisión de las terapias no farmacológicas, centrándose en el beneficio que terapias procedentes de disciplinas como la rehabilitación, la psicología cognitiva o el conductismo provocan en la persona con demencia o en su cuidador. Para Olazarán, conforme avanza la demencia, “el objetivo ha de ir desplazándose de lo cognitivo a lo funcional, físico, afectivo y calidad de vida, haciendo cada vez más hincapié en el asesoramiento y acompañamiento del cuidador”.
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