Sandra Melgarejo / Imagen: Pablo Eguizábal
La madrileña Clínica La Luz ha puesto en marcha una Unidad Integral de Neurología. Dirigida por Valentín Mateos y Jesús Porta, cuenta con profesionales de referencia nacional especializados en el diagnóstico y tratamiento de las patologías neurológicas más prevalentes, y con las técnicas y tratamientos más adecuados para garantizar la calidad de vida de cada paciente. Según los directores, la unidad combina “lo mejor de los dos sistemas sanitarios: la Medicina bien desarrollada del público y el tiempo de dedicación al paciente del privado”.
“Por un lado, tenemos una visión de Neurología clínica extensa para valorar todo tipo de enfermedades y, después, hemos creado áreas específicas que pueden funcionar directamente con los propios miembros de la unidad o en colaboración con otras especialidades dentro de la clínica. Es decir, en un espacio corto de tiempo, se puede estudiar a un paciente y tratarle de una manera integral”, explica Porta, para quien el funcionamiento de la unidad es “un puzle donde las distintas piezas encajan perfectamente y que permite ver la imagen global de la Neurología, una de las especialidades más complejas de la Medicina”.
Por su parte, Mateos detalla que, por el momento, las áreas más desarrolladas son enfermedades neurodegenerativas, patología cerebrovascular y cefaleas, que coinciden “con las patologías neurológicas más prevalentes”. “Todos estamos capacitados para hacer una atención de calidad a un paciente neurológico, sea el que sea, y después, ante ciertos problemas de áreas concretas, hay personas muy bien posicionadas a nivel nacional en formación específica en cada área de la Neurología”, subraya.
Ambos coordinadores consideran que las dos áreas más punteras de la Unidad Integral de Neurología son la de enfermedades neurodegenerativas y la de cefaleas. No obstante, opinan que una unidad así tiene que seguir evolucionando, por lo que tienen objetivos a medio y corto plazo para crear nuevas áreas en sueño y epilepsia.
Aunque acaban de empezar a funcionar, los profesionales de la unidad tienen intención de desarrollar proyectos de investigación, fundamentalmente en enfermedades neurodegenerativas, “un aspecto dentro de la Neurología en el que es importante que nos impliquemos todos por la repercusión que tiene en toda la sociedad y en los propios pacientes. Es por esto por lo que, tanto los trastornos del movimiento como las demencias, están muy representados en la unidad”, indica Porta.
Otras líneas de investigación que quieren desarrollar son las cefaleas y el dolor, “patologías que realmente disminuyen la calidad de vida de los pacientes, pero que en nuestro país, desgraciadamente, no se cubren adecuadamente”.
Por otro lado, aunque en la Clínica La Luz no hay docencia MIR acreditada, sí que tienen pensado hacer cursos de formación. “La Medicina nace de la docencia y la mayoría de los médicos tiene una vocación docente, así que, aunque no podamos hacer una docencia directa a residentes, sí que haremos cursos de formación. En Medicina no existe la competitividad, lo que existe es el altruismo, y la mejor manera de mostrar lo bonita que es la especialidad es mostrar a los demás todo lo que sabes”, comenta Porta.
Con respecto a la relación con los pacientes, Mateos destaca que “han potenciado mucho la web de la unidad, una de las más extensa en formación para pacientes, con más de 50 páginas específicas de las principales patologías que incluyen documentación avalada por sociedades de prestigio en un lenguaje comprensible”. “Durante un tiempo éramos los médicos los que decidíamos qué les interesaba a los pacientes y ahora son los pacientes los que reclaman lo que realmente necesitan y, de esta relación, probablemente surjan nuevos proyectos”, asegura Porta.
Para estos profesionales, la principal meta de cara al futuro es “seguir haciendo las cosas bien y ofrecer una atención individualizada a los pacientes”. “Somos un equipo muy homogéneo y con una mentalidad muy parecida: a todos nos encanta nuestra especialidad, somos vocacionales y nos gustan los pacientes. No queremos perder ni esos valores ni la ilusión que tenemos desde el comienzo”, señala Porta. El otro gran objetivo es “crecer, tanto en número de especialistas como en otras áreas específicas que den cabida a los pacientes que lo necesiten”.
A la izquierda, Azahara Marcos (Neurosonología). En el centro, Verónica Huertas (Neuropsicología), Rocío García-Ramos (Trastornos del Movimiento), Alberto Villarejo (Deterioro Cognitivo) y Lucía Galán (Patología Neuromuscular). A la derecha, Paloma Balugo e Isabel Villalibre (Neurofisiología).
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