Política de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita. Las cookies no se utilizan para recoger información de carácter personal. Usted puede permitir su uso o rechazarlo, también puede cambiar su configuración siempre que lo desee. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra.

Lunes, 07 de marzo de 2011   |  Número 26
Acceda a nuestra hemeroteca
actualidad
PROBADO EN LABORATORIO CON TEJIDOS HUMANOS
Moderar la actividad de una proteína podría retrasar la aparición de la enfermedad de Huntington
La DRP1 evita la cadena de reacciones que causan la muerte de las células nerviosas del cerebro y las mantiene vivas

Redacción. Madrid
Ensayos de laboratorio con células de la piel y tejido cerebral post-mortem de pacientes con enfermedad de Huntington han mostrado que una proteína sobreactiva dispara la cadena de reacciones que causan la muerte de las células nerviosas del cerebro. Moderar la actividad de esta proteína, conocida como DRP1, evita la cadena de reacciones y mantiene vivas estas células.

Ella Bossy-Wetzel.

Así lo ha demostrado una investigación de la University of Central Florida (UCF), que se publica en Nature Medicine. Según la principal autora de ese estudio, Ella Bossy-Wetzel, "el siguiente paso será probar la función del DRP1 en animales y pacientes para ver si la proteína también protege al cerebro".

"Esto debería hacerse antes de la aparición de la enfermedad en pacientes con la mutación del gen Huntington, pero sin síntomas neurológicos. Esperamos ser capaces de retrasar la aparición de esta enfermedad mejorando el metabolismo energético del cerebro", comenta.

Hasta ahora, se sabía poco sobre cómo funcionaba la enfermedad de Huntington. Los científicos conocían que los pacientes con la mutación del gen Huntington desarrollaban esta enfermedad. También sabían que, de algún modo, estaba implicada la fuente de energía de las células, que es la mitocondria, que convierte la comida en energía.

"La mitocondria necesita ciclos equilibrados de división y fusión para mantener su habilidad para producir energía", explica Bossy-Wetzel, quien afirma también que la proteína DRP1 "es necesaria para la división mitocondrial". "Hemos descubierto que, en la enfermedad de Huntingon, la DRP1 se convierte en sobreactiva y causa demasiadas divisiones mitocondriales sin equilibrar la fusión", añade.

Ese error de producción hace que mueran las células nerviosas del cerebro. El equipo de la UCF moderó la actividad del DRP1, lo que restauró el equilibrio normal de la división y fusión mitocondrial, mejorando el metabolismo energético y la supervivencia de las neuronas. Para muchos científicos de este área, el descubrimiento supone un importante paso para encontrar una posible cura.

| La información que figura en esta edición digital está dirigida exclusivamente al profesional destinado a prescribir o dispensar medicamentos por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación |

© 2004 - 2024 Sanitaria 2000, S.L.U. - Todos los derechos reservados.
agencia interactiva iberpixel.com