Sandra Melgarejo. Madrid
La Fundación Biogen Idec ha entregado los VI Premios para Jóvenes Investigadores españoles, unos galardones dotados con 18.000 euros que reconocen los mejores trabajos de investigación básica en las áreas de Neurología e Inmunología. El joven científico Manuel López-Aranda ha recibido el premio de Neurología por el trabajo ‘Role of layer 6 of V2 visual cortex in object-recongnition memory’, publicado en la revista Science en julio de 2009.
En primera fila: Manuel López-Aranda, ganador del premio en el área de Neurología; Laura Belver, ganadora del premio en el área de Inmunología; Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i; Antonio Figueras, vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC; Guido Decap, vicepresidente de Biogen Idec Iberia. Detrás: Carlos Martínez, del departamento de Inmunología y Oncología del Centro Nacional de Biotecnología del CISC, y Guillermo Sellers, director Médico de Biogen Idec Iberia.
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López-Aranda, licenciado en Biología y doctorado en Medicina en la Universidad de Málaga, trabaja en la actualidad en la Universidad de California (Estados Unidos). El jurado ha valorado la novedad conceptual que supone la identificación de una población de neuronas asociada a la formación de la memoria visual y el enorme potencial traslacional que pueden tener las moléculas activadoras de RGS-14 para potenciar el almacenamiento del componente visual de los recuerdos.
“Estas proteínas sobreexpresadas en la corteza visual son capaces de incrementar la memoria 10.000 veces, lo que las convierte en muy buenas candidatas para hacer estudios farmacéuticos en déficit de memoria producido por envejecimiento y por alzheimer. La corteza visual siempre se había considerado un área de percepción y no un área de procesamiento y almacenamiento”, ha explicado el investigador.
Este trabajo ha abierto una nueva línea de investigación y podría tener “una aplicación directa para el déficit de memoria”, ha afirmado López-Aranda. “Las personas con alzheimer dejarían de tener síntomas asociados a la memoria porque incrementa la capacidad de memorizar más cosas durante más tiempo. La información que se ha perdido, ya no se vuelve a recuperar, pero permite no volver a olvidar lo que se aprende de nuevo”, ha detallado.
Hasta ahora solo se ha probado en ratones, pero el científico malagueño considera que para seguir avanzando “solo hace falta financiación”, ya que se trata de “una proteína humana que ya tenemos en el cerebro”. La proteína se aplica directamente en el cerebro, un método “muy invasivo”, por lo que “la idea es conocer las bases moleculares sobre las que actúa para poder desarrollar una píldora o una vacuna”, ha señalado López-Aranda.
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