Redacción. Madrid
Según revela el informe Recursos asistenciales en ictus en España, realizado por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la implantación de las unidades de ictus en España es insuficiente y, sobre todo, desigual. A pesar de que en el Plan de atención sanitaria del ictus (PASI) y su actualización posterior, elaborado por el Geecv, se establecían unos niveles asistenciales que quedaron reflejados en el documento ‘Estrategia en ictus del Sistema Nacional de Salud’ elaborado por el Ministerio de Sanidad y Política Social y suscrito por todos los gobiernos autonómicos, queda lejos el objetivo de que la atención al ictus en España sea la mejor posible, independientemente de dónde viva el paciente y de la hora del día en que se produzca.
Desde la obtención de los datos para la realización del estudio Recursos asistenciales en ictus en España por comunidades autónomas, al cierre de esta edición, ha habido pocos cambios en la situación: se han inaugurado dos unidades de ictus (una en Vitoria y otra en Oviedo) y ha aumentado ligeramente el porcentaje de centros que pueden aplicar el intervencionismo neurovascular 24h/365 días. Fuente: Recursos asistenciales en ictus en España.
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La implantación de unidades de ictus es desigual en todo el territorio nacional. Aunque están presentes en casi todas las comunidades autónomas (94 por ciento), solo se cuenta con ellas en el 48 por ciento de las provincias. Esta situación es especialmente llamativa en comunidades como Andalucía (que solo cuenta con unidades de ictus en dos de las ocho provincias), Castilla-La Mancha y Galicia (que solo disponen de una) o en La Rioja (que no posee ninguna).
Por otra parte, al analizar el ratio cama de unidad de ictus por número de habitantes, se observa que sólo Cantabria y Navarra cumplen con el objetivo de tener una cama por cada 100.000 habitantes. Asturias se ha unido a esta lista al inaugurar, el año pasado, la Unidad de Ictus del Hospital Central de Asturias. A la cola en este indicador se sitúa de nuevo Andalucía con un ratio de una cama por cada 1.037.500 habitantes o La Rioja, que no dispone de ninguna.
“En los últimos años, ha quedado demostrado que la existencia de unidades de ictus especializadas en los hospitales mejora drásticamente la asistencia sanitaria del ictus y es una medida eficaz para reducir la mortalidad y las secuelas neurológicas. Sin embargo, a pesar de la evidencia del beneficio de las unidades de ictus y del tratamiento de trombolisis intravenosa sobre el pronóstico del paciente, la falta de un sistema de atención al ictus bien organizado y a la carencia de recursos adecuados, hace que la mayoría de los casos de ictus en España no se favorezcan de estas ventajas”, señala Jaime Masjuán, coordinador del Geecv de la SEN.
El tratamiento con trombolisis intravenosa ha resultado ser el más eficaz contra el infarto cerebral agudo, aunque las unidades de ictus son más utilizadas, debido al escaso porcentaje de pacientes que, por diferentes factores de riesgo, pueden recibirla (entre el 10 y el 15 por ciento). En España hay 80 hospitales en los que la trombolisis intravenosa está disponible, pero en el 12,5 por ciento de ellos no se trata a más de cinco pacientes al año.
Fuente: Recursos asistenciales en ictus en España.
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Los resultados del estudio también muestran que en el 65 por ciento de las comunidades autónomas existe algún hospital con experiencia en intervencionismo neurovascular, tratamiento aplicado cuando la trombolisis intravenosa falla o no se puede administrar. No obstante, son muy pocas las comunidades autónomas que disponen de este tratamiento las 24 horas del día y los 7 días de la semana. En el resto, sólo se administra en horario de 8 a 15. “Esto conlleva a la situación de que el paciente se podrá beneficiar o no según la hora del día en que se produzca el ictus”, explica Masjuán.
A la luz de este estudio, “se hace necesario buscar soluciones que permitan adecuar los recursos existentes en cada zona geográfica, así como buscar nuevos recursos para garantizar una óptima y equitativa asistencia sanitaria del infarto cerebral agudo. Una alternativa, aún por implantar, podría ser la telemedicina, hasta ahora sólo presente en Barcelona, Madrid, Baleares y Sevilla, con buenos resultados en términos de seguridad, eficacia y acceso precoz al tratamiento”, concluye Masjuán.
Revisión del Plan de atención sanitaria del ictus (PASI)
Con el objetivo de elaborar un sistema organizado en la atención al ictus que dé respuesta a las necesidades de cada enfermo y optimice la utilización de los recursos sanitarios, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la SEN publicó en 2006 el Plan de Atención Sanitaria del Ictus (PASI). Sin embargo, los nuevos avances en el tratamiento de la fase aguda del infarto cerebral han determinado la necesidad de realizar una revisión del mismo y, por lo tanto, una actualización de los modelos organizativos anteriores.
De acuerdo a esta nueva revisión, desde Geecv se estima que se debe hacer más hincapié en las características de los diferentes niveles asistenciales con la potenciación de los hospitales de referencia; se necesita establecer nuevos criterios de activación del Código Ictus menos restrictivos que contemplen las nuevas posibilidades terapéuticas; es necesario establecer medidas organizativas para la implantación del intervencionismo neurovascular; se debe permitir la utilización de la telemedicina, ya que en España sólo se han implantado sistemas de telemedicina en Baleares, Sevilla, Madrid y Tele-Ictus Cataluña; y es imprescindible facilitar circuitos de traslados previamente definidos y coordinados con los servicios de urgencias extrahospitalarios.
29 de octubre: Día Mundial del Ictus
El ictus es la primera causa de mortalidad de la mujer y la segunda global, además de ser la primera de dependencia en España. Un problema que se verá claramente agravado dentro de unos años debido al progresivo envejecimiento de la población. Aproximadamente el 75 por ciento de los ictus afectan a pacientes mayores de 65 años y se ha calculado que en 2025, 1.200.000 españoles habrán sobrevivido a un ictus, de los cuales 500.000 tendrán alguna discapacidad.
El Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se suma a las acciones de concienciación que tienen lugar con motivo del Día Mundial del Ictus, el próximo 29 de octubre. La organización de esta jornada en España es una iniciativa dirigida por esta entidad, que se realiza de forma paralela en todas las Comunidades Autónomas. Su objetivo es dar a conocer todos los aspectos relacionados con la enfermedad siendo un punto de referencia social en su conocimiento, prevención y tratamiento.
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