Redacción. Madrid
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) la duración recomendable para una primera visita al neurólogo es de 45 minutos y de 20 minutos para las revisiones periódicas. “Sin embargo, el párkinson es una patología con un espectro de síntomas tan amplio y variado que el tiempo de consulta no siempre permite preguntar por todos los síntomas relacionados con la enfermedad”, explica Mª José Catalán, jefa de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Por esta razón y con motivo del Día Mundial del Parkinson (11 de abril), UCB Iberia ha presentado la versión digital de ‘Mis Síntomas con la Enfermedad de Parkinson’, la primera herramienta gráfica que ayuda a los pacientes a autoevaluar sus síntomas de manera sencilla y eficaz, que ha sido elaborada en colaboración con la Federación Española de Parkinson (FEP).
La herramienta gráfica ayuda a los pacientes a autoevaluar sus síntomas de forma sencilla y eficaz.
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Pese a que en el párkinson los síntomas motores son los más conocidos, las complicaciones no motoras, como cambios de humor o problemas gastrointestinales y de memoria, pueden aparecer en cualquier momento de la enfermedad e influyen directamente en la calidad y expectativa de vida de los afectados. Sin embargo, la falta de tiempo en la consulta médica, sumada al hecho de que los pacientes no informan sobre estos síntomas, bien por vergüenza a la hora de contarlos bien por el desconocimiento de que guardan relación con la enfermedad, hacen que estas complicaciones no motoras queden sin diagnosticar en el 59 por ciento de las consultas de Neurología. Ejemplo de ello son los trastornos del sueño, infradiagnosticados en el 40 por ciento de los casos.
Por esta razón, ’Mis Síntomas con la Enfermedad de Parkinson’ es una herramienta pensada para ayudar a pacientes y especialistas a optimizar las consultas médicas. Con un diseño sencillo y manejable, este gráfico interactivo y online permite a los pacientes evaluar la gravedad y frecuencia de cada uno de los síntomas, de forma que con cada paso se va generando una imagen del estado global de la enfermedad.
“Al contar con un tiempo limitado en la consulta, generalmente nos centramos en los aspectos que más inquietan a cada persona para buscar el mejor tratamiento. Por eso, el hecho de que el paciente venga a la consulta con una autoevaluación previa de todos sus síntomas nos da una idea muy clara de dónde tenemos que incidir en esa visita y si debemos ajustar mejor los tratamientos o incorporar nuevas terapias”, explica Catalán.
Además, la herramienta permite superponer las gráficas que el paciente realiza antes de cada consulta, para analizar la evolución de la enfermedad y ver qué aspectos han mejorado y cuáles han empeorado. “Es importante que los especialistas hagamos ver no solo las cosas que van mal, sino también las que están mejorando para animar al paciente y reforzar su implicación en el tratamiento”, explica la neuróloga.
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