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Lunes, 19 de diciembre de 2011   |  Número 44
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Enfermería neurológica
Premiada por SEDENE
La ‘UCI Neurológica’ del Ruber aumenta el éxito de la cirugía en pacientes epilépticos
Un equipo de enfermería a “pie de cama” controla al paciente en todo momento

Ángeles Blanco. Madrid
Un equipo especializado en epilepsia del Hospital Ruber Internacional de Madrid compuesto por neurólogos y personal de Enfermería formado específicamente en esta patología ha conseguido mejorar el éxito de la cirugía en pacientes epilépticos no controlados. Los “trucos” de su labor son una nueva técnica de evaluación prequirúrgica y una “UCI Neurológica” que controla el paciente las 24 horas del día.

De izda a dcha: las enfermeras María Rubio Peñalver, Lorena Piña Astete
y Elena Campos Moreno. Detrás de ellas, los neurólogos Antonio Gil-Nagel y
Rafael Toledano Delgado.

El trabajo, que fue reconocido por la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE) como mejor comunicación oral de Protocolo de Cuidado en su XVIII Reunión Anual, consiste en evaluar exhaustivamente al paciente antes de someterlo a cirugía. Para ello, el equipo del Ruber Internacional emplea la técnica de estéreo-electroencefalografía y sigue un protocolo de exploración neurológica, que permite controlar y actuar frente a posibles complicaciones.

Como explica el jefe del Programa de Epilepsia de la Unidad de Neurología del citado centro hospitalario, Antonio Gil-Nagel, “la ventaja de esta técnica es que puedes explorar zonas más profundas y alcanzar regiones que antes no se podían identificar”. Una realidad que se traduce en la posibilidad de operar a pacientes epilépticos no controlados que antes eran “inoperables”.

“Con esta técnica se aumentará el porcentaje de pacientes que se pueden operar”, asegura Gil-Nagel, mientras detalla que el 30 por ciento de los epilépticos muestran un grado más grave de la patología y, de ellos, “uno de cada diez presenta una enfermedad suficiente grave y suficiente localizada como para poder operar”.

Evaluación cada cuatro horas

Por su parte, el protocolo de seguimiento actúa como una “especie” de Unidad de Cuidados Intensivos para personas con epilepsia. “Cada cuatro horas se evalúa el sistema motor y sensitivo y se observa si hay signos de infección”, explica Lorena Piña, enfermera de la Unidad de Vídeo-Electroencefalograma del Hospital Ruber Internacional.

Asimismo, las enfermeras “vigilan en todo momento que los electrodos den una señal correcta y no den interferencias y mantienen una constante interacción con el paciente para controlar las crisis epilépticas”, añade el responsable médico del Programa de Epilepsia.
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